"Educar es enseñar a vivir". Esa es la seña de identidad que el sacerdote riojano Francisco Blanco Nájera, Pachico, que fue obispo de Ourense, inculcó en los colegios de la Congregación de Misioneras del Divino Maestro, que fundó hace 75 años, junto a la religiosa zamorana Soledad Rodríguez Pérez, Solita.
El primer colegio abrió sus puertas en 1945 en la localidad granadina de Baeza. Esta congregación celebra por tanto este año sus bodas de brillantes. En la capital lucense se han programado diferentes actos conmemorativos. El pistoletazo de salida es este lunes con el oficio de una misa en la iglesia de San Antonio, a las 19.30 horas, y una chocolatada después, a la que está previsto que acudan profesores, alumnos y ex, padres, cooperadores y directivos de otros centros educativos de la ciudad, entre 200 y 250 personas. Tiene previsto organizar más actividades a lo largo de 2020.
Hace 75 años que abrió sus puertas al público el primer colegio del Divino Maestro. Las primeras hermanas de esta congregación llegaron a la Ciudad del Sacramento cuatro años más tarde, en 1949. Se instalaron en la Rúa Monforte, en cuatro casas unifamiliares, en donde habilitaron media docena de aulas. Cuando acababan las clases impartían formación cultural y religiosa a trabajadoras y los fines de semana acogían representaciones de obras de teatro a cargo de las alumnas.
El colegio ha tenido dos emplazamientos en Lugo desde 1949, primero en un edificio de la calle Monforte y ahora en la Rúa Portugal
En 1967, cuando el colegio cumple su mayoría de edad, los 18 años, se instala en el actual edificio de la Rúa Portugal, en el corazón de las casas sindicales, lo que entonces se conocía como Domingo Tallo.
CATÓLICO Y CONCERTADO. Los colegios del Divino Maestro fueron públicos desde su fundación hasta el curso 1998-99, en el que pasaron a ser concertados.
En este centro católico de la capital lucense cursan estudios de infantil, primaria y secundaria unos 320 alumnos, de entre 3 y 16 años de edad. Solo cuenta con una línea. La mayoría del profesorado y del equipo directivo es seglar.
Con motivo de este aniversario, la maestra María Teresa Rodríguez Pol, ya jubilada, ha realizado un trabajo sobre la historia del Divino Maestro, en el que ha recopilado fotografías de antaño de exalumnos, que son las que documentan este artículo.
En ese estudio recuerda que uno de los fundadores, el prelado Blanco Nájera, consideraba que "o neno é o centro da educación".
VIVENCIAS PERSONALES. María Teresa Rodríguez, que ejerció la docencia en este colegio durante más de tres décadas, asegura que "ao longo destes anos gocei na escola e vivín para a escola, sempre me sentirei maestra".
Aunque ya se desligó de la vida profesional hace seis años, continúa acudiendo a este centro docente, que considera "a miña segunda casa".
Olga Fernández López es otra maestra jubilada. Vivió las dos etapas del colegio. Primero fue alumna, a finales de los años 50, cuando se encontraba en la Rúa Monforte, y después ejerció la docencia en él, ya en su actual emplazamiento. Recuerda que mientras estuvo en otros destinos acudía al Divino Maestro porque "sempre atopei a acollida e axuda necesaria" en las religiosas que impartían clase.
