Cuando todo el esfuerzo es inútil

Veterinarios del Rof Codina aplican la eutanasia a un corzo que técnicos de la Xunta rescataron tras quedar atrapado en una verja
El corzo quedó atrapado en una verja en el lugar de Astrar, en la parroquia de Pedreda. XESÚS PONTE
photo_camera El corzo quedó atrapado en una verja en el lugar de Astrar, en la parroquia de Pedreda. XESÚS PONTE

Ni siquiera la mejor voluntad y todo el empeño y la experiencia combinada de los técnicos de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia y los veterinarios del hospital universitario Rof Codina fueron capaces de salvar la vida a un corzo que este jueves quedó atrapado entre los barrotes de una vieja verja del lugar de Astrar, en la parroquia de Pedreda. Tras muchos esfuerzos, consiguieron liberar al animal y trasladarlo al hospital, pero los daños que había sufrido eran tan graves que se optó por aplicarle la eutanasia para evitar que siguiera sufriendo, tal como marca la ley de bienestar animal.

El corzo fue detectado en torno a las 10.30 de este viernes. Según informó la Delegación de Xunta en Lugo, se había introducido entre los barrotes de la única hoja que queda en pie de la verja de una finca semiabandonada, quedando atrapado. Hasta el lugar se desplazó un equipo de agentes del servicio de Medio Ambiente del distrito Lugo-Sarria, que encontraron al animal sumamente nervioso. En sus esfuerzos por liberarse, se había producido terribles heridas y desgarros.

SEDACIÓN. El estado del animal era tal que para poder ayudarlo lo primero que tuvieron que hacer los técnicos fue dispararle un dardo tranquilizante con una cerbatana y esperar a que se durmiera. Una vez sedado, pudieron proceder a extraer al animal de la cancilla y a transportarlo hasta el hospital Rof Codina en una furgoneta preparada para ello.

Cuando los veterinarios del centro universitario recibieron al corzo pudieron comprobar el alcance real de las lesiones que se había producido en su intento de liberarse de la verja. Su estado era tal que ni siquiera que en este hospital, considerado el mejor centro veterinario de Galicia y uno de los referencia de España, se pudo hacer nada por él. Según fuentes oficiales, tenía dañados órganos internos y una hemorragia interna que le había hecho perder mucha sangre, de manera que esta incluso le salía por el hocico.

Unas horas después, y en aplicación de la ley de bienestar animal, se determinó que lo procedente era la aplicación de la eutanasia dado que se cumplían los requisitos necesarios de daños irreversibles y de sufrimiento innecesario.

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