Cuando la felicidad vale un vaso de leche

El albergue Rectoral de Romeán acoge, de forma altruista y desde el pasado fin de semana, a dieciocho niños ucranianos que viven en instituciones ► Los chavales, de 8 a 15 años, fueron traídos gracias a donativos y a la ONG KiDs Ucrania
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photo_camera Los chavales ucranianos, este domingo en su primer día del campamento en Romeán. XESÚS PONTE

Se puede ser feliz con un simple vaso de leche. Fátima Melo, propietaria del albergue Rectoral de Romeán, conoció este fin de semana esa felicidad de primera mano.

En los rostros de sus especiales huéspedes -dieciocho niños y jóvenes ucranianos con edades comprendidas entre los 8 y los 15 años- comprobó que se les pudo sacar una sonrisa a todos ellos ofreciéndoles tan solo un desayuno normal en casa de cualquier niño lucense: leche con Cola Cao.

Algo que, en cambio, estos chavales apenas prueban en los orfanatos y sanatorios en los que viven, en la ciudad ucraniana de Lviv. "La leche los vuelve locos, les encanta. Generalmente, no la suelen tomar porque en los orfanatos en los que están no se la ofrecen ya que sale bastante cara. En su lugar, les dan una infusión. Tampoco conocían la leche con Cola Cao", explica Fátima Melo.

Si la leche fue de las primeras cosas de las que disfrutaron tras su llegada a Romeán el pasado sábado por la noche, la fruta tampoco se quedó atrás en sus preferencias culinarias. "Es otro alimento que también les encantó porque allá, en su país, no tienen mucho acceso a la fruta", comenta.

Los chavales permanecerán en Romeán hasta el próximo día 11. Durante todo este tiempo, podrán participar en una variada programación de actividades entre las que se incluyen, también, clases de español, lengua que desconocen por completo.

"Tuvimos globoflexia y también los llevé a conocer el bosque y el río en bicicletas que tenemos aquí en el albergue. Para esta semana, tenemos planeado un espectáculo de perros que hacen cosas graciosas, baloncesto y también los llevará una asociación de vecinos de A Coruña a esta ciudad para visitar allí la Casa de los Peces y la Casa del Hombre", comenta la dueña del albergue Rectoral de Romeán.

El establecimiento hostelero cerrará hasta el día 11 para poder atender a los participantes en este campamento solidario 

Esta es la primera acción solidaria que se organiza desde el establecimiento hostelero y también a la que se apunta Fátima Melo. Conocía el trabajo de la ONG KiDs y también a gente que colabora con la misma y dio un paso adelante. La entidad le generó confianza y no lo dudó ni un solo momento.

"Conocía la ONG y se me ocurrió esta idea. Mi intención fue ofrecerles a estos niños el alojamiento pero de forma totalmente altruista, al tiempo que también se cogen unas vacaciones. Esta ONG me dio, desde el principio, mucha confianza. Por eso confío en ella", dice Fátima Melo.

Para poder atender mejor a sus invitados, Fátima no duda en cerrar su establecimiento en pleno mes de agosto. De otra manera, le sería imposible "atender a los huéspedes y a tanto niño junto".

La ONG KiDs Ucrania tiene solo dos años de vida. Su intención es proteger la infancia de los niños que residen en orfanatos y sanatorios -muchos de ellos en situación de pobreza y exclusión social- y ofrecerles ayuda médica y una familia de acogida a los chavales.

Ucrania vive en constante conflicto tras la guerra del Donbáss, desatada en noviembre de 2013. Este conflicto llevó también a que más de 580.000 niños estén en zonas de combate. La situación es especialmente grave para estos, que acaban desplazándose al oeste del país (la zona rural y más pobre), según KiDs Ucrania.

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