Cs plantea desviar la Ronda Este de una zona con alta protección natural

La Uned acoge este martes un debate político sobre una vía que afecta a bienes protegidos por la Unesco y que busca mejorar la accesibilidad de la ciudad
Zona del Rato sobre la que pasará el viaducto de la Ronda Este. SEBAS SENANDE
photo_camera Zona del Rato sobre la que pasará el viaducto de la Ronda Este. SEBAS SENANDE

Los partidos políticos con representación en el Concello debatirán este martes —a las siete en la Uned— sobre el proyecto de la Ronda Este, que está actualmente en fase de exposición y de alegaciones. En ese encuentro, Cs planteará un trazado alternativo que, a falta de estudios topográficos y del terreno en profundidad, cree que permitiría disminuir notablemente el impacto ambiental de la infraestructura sin que eso suponga afectar a viviendas.

La Consellería de Infraestruturas ha llevado a cabo cambios en el proyecto del vial, entre A Tolda y la carretera de A Fonsagrada, para que su impacto visual y sobre el territorio sea menor, pero aun así seguirá pasando por una zona donde hay documentadas unas 600 especies de flora y de fauna, siete de ellas catalogadas como vulnerables y al menos una en peligro de extinción, el caracol de Quimper, a la que se podría sumar alguna otra que se ha visto en su envolvente, como el milano real. Se trata, hay que recordar, de terreno que forma parte de la Reserva da Biosfera Terras do Miño, declarada por la Unesco. Es la segunda más grande de España y la única que comprende terreno en una capital de provincia.

La infraestructura salva la mayor parte del arbolado más próximo al Rato, pero afecta a otras zonas de carballeiras galaico-portuguesas que tienen la consideración de hábitats de interés comunitario. También a muros de pizarra de gran valor —algunos serán inevitablemente destruidos— como muestra el hecho de que su técnica constructiva es Patrimonio de la Humanidad. Era un material muy abundante en la zona y ya no quedan personas que sepan hacer ese tipo de muros, explica Belén Feijóo, arquitecta, miembro de la USC y vecina de Bosende, un núcleo que quedará a unos cien metros de la que será una vía de alta capacidad, con dos carriles en cada sentido, señala.

La Xunta mantiene que no hay alternativa posible de trazado sin que este afecte a viviendas, pero, tras una primera prospección realizada con ayuda de ingenieros, Cs cree que sí es posible si, desde el punto en que el actual trazado empieza a bajar hacia el Rato, se corrige para llevarlo hacia arriba. Pasaría por la parte alta de Bosende de Abaixo y de Bosende de Arriba y desembocaría en la N-6 a la altura de la Taberna Inglesa. 

Al margen de que todavía no se ha analizado la viabilidad de esta alternativa, el trazado tiene en contra que iría más cerca de la ya existente A-6, y por tanto sería duplicar la red, y que habría que alejarse más de la ciudad para enlazar con él. Son aspectos, reconoce el edil de Cs, Juan Vidal Pardo, que habría que considerar.

La formación insiste en que no hay que renunciar a analizar a fondo la necesidad de esta Ronda o, como mínimo, la posibilidad de modificar su trazado, aunque el proyecto esté ya en una fase avanzada. Así se lo ha trasladado al presidente de la Diputación, José Tomé, hace unos días, y se lo planteará también a la alcaldesa, Lara Méndez, en una próxima reunión, de cara a la formulación de alegaciones que ambas instituciones pueden hacer. La Diputación dirige el órgano rector de la Reserva Terras do Miño, recuerda.

Cs es el primer partido que alertó del impacto de esta infraestructura y el único que de momento plantea una alternativa, aunque es consciente de que debe ser analizada con más rigurosidad técnica. El BNG recoge firmas para pedir que se anule el proyecto y se destine el dinero a acabar la rehabilitación de A Tinería y el PSOE defiende la necesidad de la vía y que esta sea lo más respetuosa posible con el medio, sin entrar más a fondo de momento.

Un evento de ciencia ciudadana que situó 126 especies en un día

En la zona del Rato y el Rego de Samai un bliobitz o evento de ciencia ciudadana que dirigió el biólogo Cosme Damián Romay en el que participaron 40 personas y que en un día permitió situar en la zona 126 especies de flora y de fauna.

El grupo utilizó plataformas como Inaturalist.org, donde los datos son revisados y validados por especialistas. Los grupos de especies más numerosas, entre las vistas ese día y las que ya fueron registradas en algún momento en esos portales, están las plantas vasculares (165), aves (106), libélulas (21), mariposas (21), mamíferos (12), anfibios, insectos... Ese día se vio, por un ejemplo, una especie de araña que no estaba citada en esta zona, explica Romay. Es muy relevante también la presencia de hongos, muy estudiados en esta zona por la Sociedade Micolóxica Lucus, que durante un congreso internacional realizado hace unos años citó una especie de cortinarius de las que casi no hay referencias en Galicia.

En la zona el Rato también hay registrados murciélagos amenazados, como el de herradura, señala Manuel Arzúa, de Morcegos de Galicia, que recuerda que, como grandes insectívoros, controlan plagas de cultivos.

En el Rato y su entorno hay varias especies que figuran en el catálogo gallego de especies vulnerables (un molusco, un insecto, un pez y cuatro anfibios) y en peligro de extinción (el caracol de Quimper), pero más allá de esto, los detractores de la Ronda Este destacan el deterioro del paisaje y la fragmentación de hábitats que supondrá, también desde el punto de vista humano. Se cortarán algunos caminos y es posible que también algunos manantiales, aunque la Xunta recalca que se habilitarán pasos, tanto para personas como para animales y que se hará un canal para el Rego de Samai, que abastece al Rato. La contaminación por gases, por luz y por ruidos afectará también tanto a animales como a personas, ya que la vía discurrirá cerca de los núcleos de Barbaín y de Bosende de Abaixo.

Del otro lado está quienes señalan la mejora que esta infraestructura supondrá para la accesibilidad y el crecimiento de la ciudad. La vía servirá para cerrar la circunvalación de la ciudad que forman la N-6, la Ronda Norte y el tramo ya construido de la Ronda Este, entre A Campiña y la carretera de A Fonsagrada.

La infraestructura está diseñada para acoger unos 14.000 coches diarios, aunque para el año previsto de puesta en servicio, 2025, se esperan unos 10.000. Se podrá circular a un máximo de 100 kilómetros por hora y tendrá dos calzadas, de dos carriles cada una, separadas por una mediana rígida. Desembocará en la glorieta del final de la Avenida de Madrid a través de un viaducto de 120 metros de largo que atravesará el río Rato en la parte final del mismo.

La carretera del Rato, vía muy utilizada ahora para dirigirse desde el sur de la ciudad al hospital y a la zona norte, circulan unos 4.000 coches en días laborables, según la medición realizada por la Diputación a principios de marzo.
 

Valle del Rato: un relleno de siete pisos de altura
La arquitecta Belén Feijóo aportó en un reciente debate organizado por Adega algunos datos del proyecto de la Ronda Este. El relleno que se hará a la altura del Rego de Samai para evitar hacer un puente que se vería desde el parque del Rato es de 23 metros de alto —"un edificio de sete pisos"— y de 102 metros de largo.

72 metros de ancho
En la zona del Rato, entre calzada, mediana y vías de servicio, la Ronda comprenderá 72 metros de ancho.

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