El cruce con la Rúa Santiago es el gran tapón de un Lugo en plena fiebre de obras

La confluencia con la Ronda da Muralla provoca la confusión entre los conductores a la hora de priorizar la preferencia de paso ▶ La facilidad de circulación, sin embargo, no se ha visto afectada por otros trabajos y cambios de recorridos que se han realizado
Obras de peatonalización junto a la Rúa Santiago. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Obras de peatonalización junto a la Rúa Santiago. VICTORIA RODRÍGUEZ

Lugo mantiene la señalización permanente de zona de obras. Probablemente, desde los tiempos de Fabio Máximo la urbe no se había visto inmersa al mismo tiempo en tal cantidad de proyectos de envergadura, tanto urbanísticos como de reordenación del tráfico rodado.

Así las cosas, el área de movilidad del Concello de Lugo inició la pasada primavera un revolucionario plan para la humanización de zonas que albergan un alto índice diario de paso de automóviles y peatones.

A estas alturas de la temporada estival, el colapso producido en la glorieta en la que confluyen las calles Vilalba y Anxo López Pérez y las avenidas de Ramón Ferreiro y Rodríguez Mourelo por los cambios de sentido del tráfico habilitados, los conflictos vecinales originados por la ubicación del carril bici, junto con la humanización de A Mosqueira, han quedado aparcados hasta el inicio del curso escolar y la vuelta al trabajo tras las vacaciones.

Y es que el porcentaje de vehículos ha bajado considerablemente, así como el de peatones, sobre todo a las horas punta.

Este hecho se comprueba con una vuelta en coche por estas zonas de la ciudad. Al mediodía de ayer el tráfico rodado era fluido, y no se observaban retenciones. Los claxons daban tregua.

La intención del conductor hubiese sido diametralmente distinta hace un par de meses, si el tramo de A Mosqueira estuviese abierto al tráfico. Por lo visto ayer, las obras en este zona avanza a un ritmo lento. La ejecución del proyecto prevista es de ocho meses. Se antojan justos.

La acera sigue, aunque ya descompuesta en pequeños fragmentos, tras el paso de las máquinas.

De ahí, el trayecto continúa hasta llegar a Marqués de Ombreiro y comprobar que la ‘chicane’ provocada por un carril bici copado de coches estacionados, mantiene en vilo a dos conductores que cruzan sus caminos.

CASO CONFLICTIVO. Aunque un caso rompe con la aparente monotonía circulatoria. La confluencia de la Rúa Santiago con la Ronda da Muralla es un cruce conflictivo. Los conductores y peatones se encuentran con un tapón urbanístico y de movilidad.

Aquí, los dos carriles de la Ronda da Muralla convergen en uno, y aún son muchos los conductores que desconocen la preferencia de paso que se aplica en esta zona.

Además, existe un peligro evidente para los peatones que transitan por la Rúa Santiago. Frente al colegio San José, el Concello delimitó con conos un paso de personas, que invade la mitad del carril de circulación.

La solución a este problema se plantea desde dos vertientes. La primera pasa por la instalación de barreras físicas. La segunda, que se retire la valla metálica de la acera mientras duren los trabajos.

La obra cambiará la estética de este tramo de la Ronda, no solo porque se gane terreno al uso peatonal, sino porque se modificará la iluminación. Además, para regular el tráfico está prevista la instalación de un semáforo de tres tiempos, con preferencia para el tráfico que circule por la Ronda.

INCERTIDUMBRE. A raíz de este problema, el grupo municipal del PP señala que estas obras también generan incertidumbre entre los vecinos ya que no saben como van a ser los accesos a sus viviendas una vez finalicen los trabajos.

En este sentido, el grupo popular señala que según figura en el proyecto de reurbanización de la Ronda da Muralla, se cambiará el sentido de circulación de las calles Cidade de Viveiro y de Pascual Veiga, por lo que los vecinos están obligados a dar un rodeo para llegar hasta sus respectivos domicilios.

Los populares aseguran que los residentes solo podrán acceder si suben por la Rúa Santiago, al no quedar ninguna vía desde la Ronda da Muralla hasta Cidade de Viveiro, según se recoge en el proyecto inicial.

Así las cosas, desde el PP proponen que se estudie la posibilidad de habilitar un acceso a la Rúa Cidade de Viveiro para los vehículos que vengan desde la Ronda da Muralla para evitar rodeos innecesarios a los vecinos.

Por otra parte, en esta zona el ensanche de la acera está próximo a concluir. El paso segregado para peatones influye no solo en los vecinos, sino en los numerosos turistas que visitan la ciudad.

Se muestran sorprendidos por la situación, y en muchos casos, desconocen que puerta de la muralla es la correcta para acceder al centro.

Un recorrido con incógnitas
La construcción de un carril bici, de 14 kilómetros de longitud y que unirá 8 barrios de Lugo, está lleno de polémica desde su anuncio, debido al recorrido que sigue, y sobre todo, a la gran cantidad de plazas públicas de aparcamiento que se verán recortadas por esta medida que pretende impulsar la movilidad sostenible y el respeto hacia el medio ambiente con el uso de la bicicleta.

REUNIONES. Lara Méndez, alcaldesa de Lugo, mantuvo distintas reuniones con los vecinos de Marqués de Ombreiro para buscar un recorrido alternativo al trazado original, puesto que este suprimía plazas de aparcamiento para muchos residentes, que carecen de garaje propio.

RECHAZO VECINAL. El carril bici ha provocado el rechazo de vecinos y comerciantes y sus alegaciones incluyen también que se dificulta las operaciones de carga y descarga de mercancías en una vía demasiado estrecha.

A Mosqueira

HUMANIZACIÓN DE LA RONDA. El proyecto de humanización de la Ronda da Muralla representó la reordenación más importante que ha sufrido el tráfico en Lugo en su historia reciente. Su corte supuso el trazado de varios itinerarios secundarios.

Rotonda de San Eufrasio

MAYOR SEGURIDAD. La rotonda de San Eufrasio se hizo realidad después de la cesión del tramo de la calle por parte de la Xunta de Galicia al Concello de Lugo. Su creación significó la eliminación de un punto negro en la circulación de la capital y un elemento que aumenta la seguridad de los conductores.

Rotonda de Ramón Ferreiro

TRANSICIÓN. La rotonda provisional colocada en la intersección de las avenida de Ramón Ferreiro y Rodríguez Mourelos con las calles Vilalba y Anxo López Pérez centró las críticas durante los primeros días, por la creación de rutas alternativas tras el cierre del tramo de A Mosqueira.

Carril bici

UN RECORRIDO DE 14 KILÓMETROS. La construcción del carril bici es una de las nuevas señas de identidad con la que el Concello de Lugo quiere fomentar el uso de la bicicleta como método preferente de movilidad urbana. Su creación fue objeto de quejas vecinales por la supresión de plazas de aparcamiento públicas.

Rúa Vilalba

ENSANCHE DE LA ACERA. El ensanche de un tramo de acera comprendido entre la Porta de Santiago y la Rúa Vilalba supuso la supresión del doble carril de circulación. Esta obra favorecerá la seguridad de los viandantes por esta la zona.

"Los clientes comprueban que es mejor no coger el taxi"

El taxista lucense Jesús Carracedo asegura que los trabajos de humanización les han supuesto una bajada de ingresos notable

Los problemas circulatorios que han soportado los lucenses durante los últimos meses debido a las obras de humanización y a la reordenación del tráfico en numerosas vías también hizo que se resintiesen económicamente los conductores profesionales que diariamente realizan su trabajo en automóvil. Así las cosas, los taxistas de la ciudad han visto como se ha reducido drásticamente el número de servicios que realizan en su turno de trabajo.

Jesús Carracedo, expresidente de Radio Taxi en Lugo, asegura que los problemas de movilidad que acechan al tráfico les obligan a continuos rodeos.

"Esta situación, con tantas calles cortadas, hace que tengamos que dar más vueltas para llevar al cliente a su destino. Desde que empezaron las obras se formaron atascos diarios", explica.

El verano les ha concedido un pequeño respiro, en este sentido, aunque la reducción en el número de clientes es un hecho contrastado, ya que "como ven que se tarda tanto en llegar a ciertos destinos, pues optan por no coger su coche ni llamar a un taxi", matiza Carracedo. "Cuánto más tiempo pasan en el taxi más caro es el viaje, así que ven que no les compensa".

Las vacaciones escolares y laborales hace que actualmente se circule en automóvil por la ciudad con cierta fluidez. Este caso de excepción finalizará en septiembre, como advierte Jesús Carracedo.

REPARTIDORES. Otro de los colectivos que también ha sentido en primera persona los efectos del proceso de humanización del callejero lucense son las empresas distribuidoras, que atienden los encargos tanto de los locales de hostelería y restauración, como los de clientes particulares.

Juan Sánchez es un empleado de una de estas firmas que accede al centro histórico dos veces al día. Por la mañana y por la tarde, distribuye los pedidos por los numerosos establecimientos de la zona. Una cierta permisividad municipal en esta época también juega a su favor, de momento.

"Ahora, en verano, trabajar es mucho más fácil para nosotros. No tenemos problemas para entrar, ni tampoco para aparcar y repartir la mercancía", cuenta. Sánchez coincide con el colectivo de taxistas al expresar su preocupación por el inicio del curso escolar, cuando esta situación de descongestión circulatoria desaparezca.

"Veremos como podremos trabajar en septiembre. A ver si las obras avanzan, sobre todo en la Ronda da Muralla. Sería lo mejor para todos", sentencia mientras descarga a plomo varias cajas de cervezas y refrescos.

BOLARDOS. Las puertas de acceso al interior de la muralla ha sufrido en los últimos meses un cambio de aspecto evidente. Los bolardos que controlaban el paso de vehículos al centro histórico desaparecieron gracias al plan de humanización promovido por el área de movilidad, que dirige Rubén Arroxo.

Por otra parte, los bolardos permanentes que se instalaron a finales de septiembre en el carril que se habilitó durante el estado de alarma para el tránsito de peatones por la Ronda da Muralla también fueron retirados. El ensachamiento de esta sección de acera, que comprende un tramo entre la Porta de Santiago y la Rúa Vilalba, hace innecesaria la presencia de estos elementos de seguridad circulatoria por más tiempo.

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