"Nos está haciendo la vida imposible". Así respondían este miércoles las inquilinas de la Rúa Serra de Outes a la propietaria del piso que tienen alquilado que las denunció por una presunta agresión sufrida el pasado lunes.
Aseguran que la arrendadora no fue la víctima, sino que fue ella la que agredió a una de las inquilinas, que acudió al PAC de Fingoi y presentó denuncia en comisaría, con el correspondiente parte médico.
Este incidente se abordará en el juicio rápido que se celebrará la próxima semana, en el que la propietaria, que también presentó denuncia y parte médico por estos hechos, acudirá acusada de un delito leve de lesiones y amenazas.
Las inquilinas aseguran que esta es la segunda vez que sufren una agresión. La anterior fue hace un par de meses, cuando, según explican, les atacó con un espray de pimienta. Dicen que entonces requirieron los servicios del 061.
La propietaria precisa que le adeudan cerca de 1.500 euros por tres meses de alquiler y varios recibos de luz y agua y otros 2.150 que les dejó. Las señaladas aseguran que están al día en el pago, que incluso tienen la factura de la electricidad a su nombre y que no existe tal préstamo. Niegan también que tengan cuentas pendientes de anteriores alquileres.
Afirman además que los problemas surgieron a partir de octubre pasado cuando la dueña recurrió a los servicios de una empresa especializada en desalojos, a cuyo personal dicen que denunciaron en media docena de ocasiones por coacciones.
