La crisis del hielo no afecta de momento a los hosteleros pero sí a los ciudadanos

El aumento de los costes de almacenamiento del hielo remanente del invierno, principal causante de la carencia
Una persona con una bolsa de hielo en un supermercado. SABELA FREIRE
photo_camera Una persona con una bolsa de hielo en un supermercado. SABELA FREIRE

La falta de hielo se comienza a notar en los supermercados de Lugo. Los establecimientos de alimentación comienzan a limitar el número de bolsas que cada cliente puede comprar y se pueden ver estanterías vacías durante días. En cambio, las gasolineras y los locales de hostelería no están sufriendo, de momento, problemas de desabastecimiento ni ven un aumento destacable de la demanda de cubitos por parte de los ciudadanos.

En Lugo la realidad es dispar. La mayoría de los supermercados ya comienzan a limitar el número de bolsas que cada cliente puede adquirir. La cantidad máxima está establecida en cinco bolsas de hielo por persona. La crisis de provisión tiene su origen en que no les llega o les llega una cantidad insuficiente para satisfacer una demanda que, explican, tampoco ha padecido un importante crecimiento en relación al normal aumento de la misma durante los meses de verano con la llegada de días de intenso calor.

¿Cuál es la situación en las tiendas?

Conseguir o no hielo depende del negocio o la cadena de supermercados a la que acuda el cliente. Los supermercados de Mercadona en la ciudad llevan entre tres y cuatro días sin hielo en sus cámaras refrigeradoras y no saben cuándo podrán recibir más. De todas formas, Mercadona tiene establecido que cada cliente puede comprar hasta cinco bolsas de hielo al día.

Carrefour, que recibe más o menos cada dos días el hielo de la central, lleva quince días quedándose sin existencias pero siempre hacia el final del día previo al reparto, así que no llega nunca estar desabastecido. Con todo, el almacén central de la multinacional está haciendo llegar al hipermercado Carrefour de Lugo un 40% menos del hielo del que normalmente les servían en veranos pasados.

Froiz, por el momento, no ha tenido ningún tipo de problema con el abastecimiento de cubitos pero la central ya les están avisando de que puede ser que en los próximos días comiencen las dificultades. Hasta el día de hoy, no tienen establecido ningún tipo de límite respecto a las bolsas que puede llevarse cada cliente.

En el caso, Eroski la mayoría de sus supermercados tienen hielo disponible para la venta y también mantienen una limitación de cinco bolsas por comprador.

Los locales de hostelería, sin embargo, no han tenido ningún problema para recibir de su proveedor la misma cantidad y con la misma frecuencia el hielo. Las gasolineras, en general, tampoco han visto aumentar la demanda ni han sufrido una falta de existencias de cubitos para la venta en sus neveras.

El precio de cada bolsa de hielo ha subido un 10%

El origen de la crisis

Cubers, el principal fabricante y distribuidor de frío en la ciudad, explica que la subida de costes para el almacenamiento del hielo que no se coloca durante el invierno, y que después se aprovecha para satisfacer la sobredemanda del verano, ha provocado que el abastecimiento se torne complicado.

Las fábricas de Cubers producen, durante el invierno, cinco tráilers diarios: tres de ellos se distribuyen, y los otros dos se almacenan de cara al verano. Durante los meses estivales, en cambio, se siguen produciendo el mismo número de tráilers pero se venden, cada jornada, diez camiones de hielo. La diferencia entre lo que pueden producir las fábricas y lo que distribuyen para satisfacer la demanda se cubre con ese hielo sobrante que se guarda cuando, en la época invernal, la demanda baja drásticamente.

Este año, la subida de los precios de la luz y del plástico de las bolsas que protegen los cubitos ha provocado que para Cubers sea inviable económicamente hacer acopio de los dos tráilers de hielo para remanentes y, por tanto, hay menos mercancía. A esto se le suma el hecho de que la previsión que realizan cada año los fabricantes respecto a cuanto subirá la demanda durante la época estival calculaba un incremento del 20%. La realidad que no pudieron imaginar es que, respecto al prepandémico 2019, la demanda ha subido en un 75%, algo nunca antes visto. La dificultad para comprar hielo no cesará hasta septiembre cuando la demanda se estabilice y, con ella, se normalizarán las existencias en los puntos de venta.

Escalada del precio

Al igual que han subido los costes de producción y distribución para los proveedores, el precio de cada bolsa de hielo ha subido un 10%. Las empresas del frío avisan de que, hasta septiembre, prevén que el precio suba un 30% más.