Crimen del Cash Récord: "No había señales de lucha en ninguno de los dos cadáveres"

Escuchar como ocurrieron los crímenes y ver día tras día al acusado es "lo más duro" para las familias
Juan Manuel Vilariño, el acusado del crimen del Cash Récord. CARLOS CASTRO (EP)
photo_camera Juan Manuel Vilariño, el acusado del crimen del Cash Récord. CARLOS CASTRO (EP)

La cuarta jornada del juicio por el doble asesinato de Cash Récord finalizó este jueves con la declaración de los peritos. Los dos forenses que participaron en el caso —uno de ellos ya jubilado— explicaron como fueron hallados los cuerpos y confirmaron que tanto Elena López como Esteban Carballedo fueron asesinados de forma sorpresiva, ya que "no había señales de lucha en ninguno de los dos cadáveres", explicaron.

Los forenses sitúan la hora de los óbitos a las ocho de la tarde y creen que el reponedor estaba sentado cuando recibió el disparo y que la cajera también se encontraba de rodillas, "seguramente abriendo la caja", comentaron.

Tras la intervención de los forenses fue el turno de dos agentes de la Policía Nacional expertos en balística, quienes analizaron los proyectiles hallados en el interior de Cash Récord, así como la bala encontrada en el cuerpo de la fallecida —en el hueco de una muela— y el proyectil que fue localizado en un árbol en un descampado a las afueras de la ciudad.

"Las balas encontradas en el escenario del crimen y en el cuerpo de la víctima fueron disparadas por la misma pistola, una 9 milímetros parabellum, posiblemente una Star BM o similar. El proyectil que estaba en el tronco de un árbol, sin embargo, procedía de un arma distinta ", afirmaron.

Estos peritos analizaron también una pistola, de las mismas características que el arma homicida, que fue localizada en un piso de Montero Ríos en el que supuestamente se traficaba con droga. "Los análisis realizados concluyeron que no era el arma que se había utilizado en el crimen de Cash Récord y, tras analizar nuestras bases de datos, confirmamos que esa pistola no había sido utilizada antes en ningún otro hecho delictivo", señalaron.

A preguntas de la acusación particular, los expertos en balística reconocieron que, en este tipo de pistolas, "si se cambia el cañón o cualquier otro elemento, el arma ya no sería identificable ". "El cambio de piezas", explicaron, "no deja rastro".

Para las familias, escuchar las hipótesis de cómo se produjeron los óbitos y ver día tras día al acusado es "lo más duro". Aún así, se muestran "esperanzadas" y confían en que el tribunal avale sus argumentos. "Cada día que pasa tienes más nervios, porque ya se acerca el final, pero esperemos que todo salga bien".