El cribado del Sergas en Lugo se salda con cinco positivos después de 360 pruebas

Se realizó en la Praza Maior y hay un caso dudoso que necesita confirmación vía PCR
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photo_camera Cola para realizar la prueba en la Praza Maior. VICTORIA RODRÍGUEZ

Cientos de lucenses acudieron al cribado organizado por el Sergas este sábado en la Praza Maior de la capital provincial. En total se realizaron 360 test de antígenos; cinco de ellos dieron positivo y otro resultó sospechoso, por lo que deberá realizar una PCR para confirmar el contagio. A los participantes se les facilitó un certificado de diagnóstico válido para acceder al ocio nocturno y al interior de la hostelería —medida que entró en vigor ayer—. Este documento sirve de salvoconducto para acceder a pubs y al interior de la hostelería durante las 72 horas posteriores a su expedición.

El objetivo de la campaña fue "detectar casos asintomáticos para cortar la cadena de contagios, además de garantizar la seguridad del ocio nocturno y de la hostelería", aseguró a este diario Chus Pérez Taboada, directora de Enfermería del área sanitaria de Lugo.

Finalmente, los servicios sanitarios ampliaron su horario para hacer frente a la demanda de la población. La jornada se dividió en un turno de mañana activo desde las 12.00 hasta las 14.00 horas y un turno de tarde comprendido entre las 16.30 y las 20.15 horas.

Con todo, media hora antes de que comenzase el cribado ya había ciudadanos esperando en la Praza Maior. En un principio, la lluvia amenazó con dispersar a los lucenses, pero estos se mantuvieron firmes en la cola.

Ciudadanos de todas las edades acudieron a la llamada de la Xunta, pero los jóvenes fueron los grandes protagonistas. Uno de ellos, Jorge, de 26 años, no se habría enterado del cribado si no fuese por su hermana: "Me mandó una noticia de El Progreso y decidí venir para poder visitar mi familia con tranquilidad". En su caso, conseguir el certificado no era una prioridad: "No sé ni si lo dan, vengo un poco a la aventura", comentó entre risas.

"Teníamos cita a media mañana para hacernos una PCR en un hospital privado, pero al ver que aquí la prueba es gratuita aprovechamos"

Por el contrario, Daniel, un joven de 23 años, sí era consciente de que en el autobús se facilitaba tal documento ya que "varios pubs lo promocionaron en redes sociales". "Vengo para asegurarme de no ser positivo y para poder entrar en el ocio nocturno", reconoció este lucense.

Asimismo, hubo quien acudió al cribado para asegurarse de unas vacaciones tranquilas en familia. A María, menor de edad, la acompañaron su madre y sus hermanos: "En unos días nos vamos a Cambados, así que tenemos que dar negativo", comentaba la joven. "Teníamos cita a media mañana para hacernos una PCR en un hospital privado, pero al ver que aquí la prueba es gratuita aprovechamos", añadió su madre como explicación.

Los gallegos no fueron los únicos en ponerse a prueba. Turistas curiosos como Maribel y José Antonio, de 59 y 75 años, también participaron: "En Madrid no hay forma de conseguir el certificado, así que si queremos tomar algo tenemos que dar negativo".

En la cola también se vieron casos como el de Cristina que, tras perder su cita de vacunación y ante la creciente incidencia, quiso "confirmar" el negativo.

Ante la tasa de participación y la limitación de personal sanitario, hubo ciudadanos que criticaron tener que esperar "hasta dos horas y media" para someterse a la prueba y, posteriormente, obtener el certificado, aunque otros no tuvieron tanta espera.

Las pruebas fueron realizadas de dos en dos: mientras en el interior del autobús dos sanitarios recogían las muestras de los participantes, un tercero las analizaba y comunicaba los resultados.