Klaus Von Gadow: "Yo crecí en un bosque, el bosque era una extensión de mi hogar"

Profesor emérito de la Georg Ausgust University de Göttingen (Alemania), este investigador de la evolución y crecimiento de los bosques ha recibido este viernes el primer título de doctor honoris causa que la USC concede a propuesta del campus de Lugo

Klaus von Gadow, en Lugo. MARÍA PIÑEIRO
photo_camera Klaus von Gadow, en Lugo. MARÍA PIÑEIRO

En un español más que fluido, el profesor Klaus Von Gadow explica cómo es precisa la intervención profesional y especializada en los montes arbolados para poder combinar la producción de madera con la conservación del ecosistema. 

¿Por qué empezó a interesarse por los bosques? 
Mi padre era naturalista, biólogo y ornitólogo, uno de los mejores de Alemania. Crecí en un bosque en el norte del país, descalzo durante el verano. No tenía mucho interés en la ciencia. Fui un estudiante perezoso. Estudié Ciencias Forestales porque era normal seguir los pasos de tu padre. Creía que sabía más que mis profesores. 

¿Por lo que le había enseñado su padre? 
Porque había crecido en el bosque. El bosque era una extensión de mi hogar. Mi interés por la ciencia empezó, en realidad, cuando mi mujer aceptó casarse conmigo, lo que fue un milagro. Ella había estudiado Humanidades y me enseñó algunas cosas clave que me abrieron la mente. 

¿Cómo fue su llegada al campus de Lugo? 
La Universidad de Göttingen, mi universidad, me animó a solicitar un año sabático. Un colega de Lisboa me comentó que tres jóvenes profesores iban a establecer una nueva línea de investigación forestal aquí en Lugo. Fue en 1997 y supuso un punto de inflexión de mi vida porque me abrió un mundo nuevo, el hispano. 

¿Cuál es el trabajo que le ha dado más satisfacciones? 
Ahora me gusta mucho trabajar con los alumnos más jóvenes de doctorado. En China varios de ellos son ahora profesores. Ver cómo han mejorado y se han convertido en docentes realmente buenos y observar la sinergia entre mi experiencia y lo que ellos pueden hacer, ya que son jóvenes y tienen mucha energía, es increíble. Me gusta mucho trabajar fuera de Alemania porque veo qué importante es la experiencia que tenemos en Europa y que podemos hacer algo para ayudar a la ciencia ambiental en otros países. 

Llegar al campus de Lugo supuso un punto de inflexión de mi vida porque me abrió un nuevo mundo: el hispano

¿Qué le parece el bosque gallego? 
No lo conozco todo, solo partes. Galicia es la zona más productiva de madera en Europa, pero para la investigación lo importante es que haya un equilibrio entre la estabilidad de los ecosistemas y la producción de madera. Los árboles crecen muy bien aquí, pero las plagas son una amenaza. El objetivo de la investigación es identificar cómo lograr ese equilibrio y medir los riesgos. Eso es muy difícil porque necesitas datos a largo plazo, que se obtienen de lo que llamamos parcelas observacionales. Creo que quizás se necesitan más parcelas en Galicia. Hay muchas, pero pequeñas y son preferibles las de más superficie. Creo que sería muy útil crear una red de parcelas de una hectárea. 

¿Y su manejo? 
Estos son bosques novedosos. Ya no hay bosques originales. En todo el mundo ocurre lo mismo. Los que pensamos que son vírgenes o primarios ya no existen. El bosque de Bialowiedd, en Polonia, se considera virgen, pero hay estudios que prueban que hubo asentamientos humanos allí hace miles de años y que fueron bosques en lo que hubo una gran intervención del hombre. Incluso en el Amazonas, tampoco los bosques son vírgenes. Creo en el prudente manejo de los bosques. Debemos ser proactivos, tenemos la responsabilidad de no ignorar ni dañar el ecosistema. Digo no dañar por una visión romántica de la naturaleza, pero para ser realistas, debemos manejarlos lo mejor que sepamos porque tenemos el conocimiento. El equipo de Forestales tiene una gran experiencia en el correcto manejo de los bosques. Lo que ocurre en mi país con el escarabajo de la corteza es el ejemplo típico. La ‘picea abies’ está afectada por este insecto y es muy fácil convencer a gente que vive en las ciudades de que se debería dejar que el escarabajo destruya los abetos porque que en 100 o 200 años habrá otro bosque ahí de forma natural. Pero es que no tenemos ese tiempo, necesitamos esos ecosistemas para sostener nuestra vida. Creo que debería insistirse en este tipo de información: hay cero ecosistemas vírgenes, lo que hay son antromas, ecosistemas novedosos, antropológicamente modificados y que deberíamos apoyarlos, no luchar contra ellos. 

¿Qué le parece la distinción ‘honoris causa’? 
Creo que es un reconocimiento de nuestra profesión, de la disciplina. Yo soy un instrumento, la persona no importa. Agradezco muchísimo que este evento tenga lugar en Lugo y no en Santiago porque allí no tengo muchos lazos. Es una universidad enorme y muy importante en el mundo, una de las más reconocidas, pero mis lazos están en Lugo.