El corrimiento de 30 metros de ladera en Castelo deja en riesgo cuatro casas en Lugo

Cimentaciones de patios y de muros de separación quedaron al aire y los vecinos temen que pueda ir a peor si regresan las lluvias

Parte de los muros de separación y del cimentado de estructuras anexas a cuatro casas del barrio de Castelo han quedado al aire después de que se viniera abajo un tramo de unos 30 metros de la ladera sobre la que descansan, con vistas al río Rato. El débil muro que aparentaba sostener la tierra de la ladera no fue suficiente para contrarrestar los efectos del agua que ha caído con fuerza y abundancia en los últimos días.

Los cuatro edificios, contiguos y levantados pared con pared, dan en sus fachadas principales a la Rúa San Eufrasio, casi en su unión con la carretera de Fonsagrada. Una de ellas está en obras. Por la parte trasera, donde se produjo el corrimiento de tierras, dan al paseo del Rato. En realidad, pegado a estos cuatro edificios hay una quinta casa, pero el desprendimiento no alcanzó sus terrenos.

También resultaron afectadas, según explicó Manuel Miranda, presidente de la Asociación de Vecinos de Castelo, la fuente del barrio y el lavadero

Sobre el vacío, mirando al montón de piedras y tierra en la base del ribazo, pueden verse parte de los muros de las fincas y otras partes encementadas, como los patios. 

También resultaron afectadas, según explicó Manuel Miranda, presidente de la Asociación de Vecinos de Castelo, la fuente del barrio y el lavadero, dos estructuras que Miranda había reclamado varias veces al Concello que fueran restauradas y que ahora pueden desaparecer para siempre: "El lavadero no se usaba, aunque algún vecino bajaba a por agua a la fuente. Pero lo bonito era verlo allí".

El Concello, según Miranda, todavía no les ha comunicado sus planes ni si tiene prevista alguna actuación, aunque él considera que "esto va a ir a más". Espera poder hablarlo el próximo martes en la reunión con Lara Méndez en O Carqueixo que ha convocado la Federación Vecinal. No obstante, considera que esta es una muestra más del abandono al que los políticos tienen sometido al barrio.

Lo que sí hay es una cinta de emergencias cortando el paso por la zona más cercana al desprendimiento. Otra víctima colateral de este es Pedro, un vecino que tiene su casa justo debajo de la ladera afectada y cuyo muro cierre recibió el impacto de las tierras y piedras desprendidas. Cayó una parte del muro de metro y medio que cierra su finca por la parte de atrás. "No creo que haya más problema si no llueve", explica, resignado a que estas cosas puedan pasar "si hay fuertes lluvias y venidas de agua".

Pero este de San Eufrasio no es el único incidente que ha sufrido esta zona relacionado con las lluvias y desbordamientos de la semana pasada. Otro desprendimiento de piedras se puede encontrar en la empinada carretera que sube desde la carretera del Rato hasta As Fontiñas, a la altura de los institutos. Pese a lo estrecho de calzada, el tráfico no se ha interrumpido y se han limitado a señalizar las piedras.