La pandemia del nuevo coronavirus no solo está provocando que se disparen las listas del paro —ya se han presentado en la provincia de Lugo 3.978 Ertes que afectan a 14.311 trabajadores—, también está propiciando que aumenten las bajas laborales.
En marzo se concedieron 8.268 prestaciones por incapacidad temporal, 1.360 más que en el mismo mes del año pasado, lo que supone un incremento del 19,7%. Así lo recogen las estadísticas del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
La concesión de los partes de baja es cometido de los médicos de los servicios públicos de salud. José Benito Pardo, que ejerce en el centro de salud de San Roque de la capital lucense, percibe "na subida" en su quehacer diario con respecto a antes de que se desatase la crisis sanitaria.
Benjamín Abarca, médico: "Han aumentado con el coronavirus sin duda, pero en Lugo en menor medida que en otras provincias con más casos»
"Han aumentado con el coronavirus sin duda, aunque en Lugo no en la misma medida que otras provincias que tienen más casos", coincide con esa apreciación Benjamín Abarca, que presta sus servicios en el centro de salud del Sagrado Corazón.
Este último facultativo, que fue presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, explica que en esta situación se pueden producir tres tipos de casos: enfermos diagnosticados con Covid-19; sus contactos estrechos, que tienen que pasar una cuarentena, y los trabajadores con patologías de riesgo (cardiopatías, hipertensión, diabetes...) que atienden al público, cuyas empresas no los pueden reubicar en otro puesto.
CERTIFICADOS. Esos pacientes de riesgo, según apunta Benjamín Abarca, precisan una certificación previa del médico de riesgos laborales para que su homólogo de Atención Primaria le pueda dar el parte de baja.
José Benito Pardo, médico: "Se percibe más ansiedad reactiva en los trabajadores, no por el temor de contagiarse ellos, sino a los suyos en casa»
Hay trabajadores y empresarios que aún no saben que en estos casos existe ese paso previo antes de que resuelva el facultativo de cabecera. José Benito Pardo se ha encontrado con casos en los que "son los propios médicos de empresa los que recomiendan cogerse la baja" a esos trabajadores que tienen una de esas patologías consideradas de riesgo.
En el caso de los enfermos o de los que han estado en contacto estrecho con ellos, es la inspección médica la que realiza después todos los trámites de su incapacidad temporal. Si pasada la cuarentena, que es de 14 días, es preciso citar a estos últimos para comprobar su evolución debido a que aún presentan síntomas, acuden a una hora en concreto al centro de salud, acceden por un lugar diferente al resto de pacientes y son atendidos, con las preceptivas medidas de protección, en una sala especial.
José Benito Pardo percibe también en su consulta que hay "más ansiedad reactiva" en los trabajadores que prestan sus servicios de cara al público, según afirma, "no por el temor que tengan ellos a contagiarse sino por transmitírselo a los suyos en la vuelta a sus domicilios".
