El coronavirus en aguas residuales de Lugo desciende de forma significativa

La presencia de SARS-CoV2 en las aguas residuales que llegaron a la estación depuradora de Lugo la semana pasada es significativamente menor que la de la anterior, según revela el informe VATar covid-19, un proyecto de alerta temprana de detección de coronavirus impulsado por los ministerios para la Transición Ecológica y Sanidad.

No se empezaron a recoger muestras en la Edar de Lugo hasta la primera semana del mes y en ese momento, en el de la primera determinación, simplemente se incluyó en el informe que, efectivamente, en las aguas residuales del municipio había presencia del virus. La siguiente semana, la segunda del mes de marzo, se mostraba una presencia estable del SARS-CoV-2 y no fue hasta la tercera semana del mes cuando se registró esa bajada que los ministerios consideran "significativa". Lo es porque se reduce esa presencia más de una unidad logarítmica, que es la medida que utilizan para contemplar la evolución.

La de Lugo es la única edar incluida en el estudio —donde hay otras dos gallegas, la de Ourense, que lleva estudiándose desde la puesta en marcha del proyecto, y la de Vigo, que entró en la misma semana que la lucense— en la que se detecta una bajada tan sustancial del virus.

Lo cierto es que ese descenso se ve refrendado por los datos de casos activos en la ciudad. La presencia de coronavirus en las aguas residuales de una población se considera un buen sistema de alerta porque se puede detectar con independencia de cuántas personas asintomáticas o sin diagnosticar haya. Suele ser un precursor: primero se encuentra en las aguas, después se observa un incremento de casos.

Pero también tiene sus debilidades. Por ejemplo, si se producen precipitaciones, y especialmente si son abundantes, en el día previo a la jornada de la toma de muestra puede diluirse la presencia del coronavirus y los datos no revelan la verdadera concentración. Es preciso puntualizar, por ejemplo, que en la tabla recogida por el VATar covid-19 se explica que, en el caso de Lugo, había llovido antes. Por ese motivo, se deben considerar las tendencias y contrastarlas con los datos epidemiológicos, que coinciden en este caso.

El director asistencial cree que la provincia ha llegado a su "mínimo basal" 

Días después de que que las muestras de aguas residuales de Lugo dejaran patente una bajada acusada de la presencia de coronavirus, el área sanitaria comenzaba a presentar menos de diez nuevos casos activos al día. A juicio del director asistencial del área sanitaria, Rafael Monte, la evolución de la pandemia ha llegado y se ha instalado claramente en un valle que es la mejor de las situaciones posibles.

Para el doctor Monte, la provincia está en su "mínimo basal alcanzable, al que se puede optar en una situación de actividad económica y social como la que tenemos ahora". Cree que solo se podría mejorar aún más en caso de hacer un confinamiento estricto o si la mayoría de la población estuviera vacunada. Manteniendo cierto grado de relaciones sociales y con la campaña de inmunización aún en marcha, duda que se pueda bajar de aquí.

Tiene claro que "un rebrote va a haber", pero también que no se podrá empezar a vislumbrar su alcance hasta mediados de abril, cuando hayan pasado diez días desde el fin de la Semana Santa. Entonces se podrán observar las consecuencias de la movilidad de esos días y quizás ya un poco antes la del puente de San José.

Este jueves el Sergas informó de 8 nuevos casos en el área sanitaria de Lugo en las últimas 24 horas. El porcentaje de positividad de PCR, una tasa reveladora de la situación epidemiológica, era solo del 1%.