Los controles en ciudad detectan más de mil excesos de velocidad en seis meses

La Policía Local realizó 64 filtros con el radar móvil entre enero y junio en las siete vías de la capital con más tránsito
Una patrulla instala un cinemómetro en el vehículo oficial antes de un control en Infanta Elena.VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera A la izquierda, una patrulla instala el cinemómetro en el vehículo oficial antes de un control en Infanta Elena. A la derecha, el radar detectando un exceso de velocidad.

La Policía Local se ha propuesto que todos y cada uno de los conductores lucenses respeten los límites de velocidad al volante. El reto es complicado, ya que solo en el primer semestre del año, los controles realizados con el radar móvil detectaron más de un millar de excesos, concretamente 1.069. Esta cifra se traduce en una media de 178 conductores sancionados cada mes por pisar demasiado el acelerador en las vías urbanas.

Y hay que tener en cuenta que estos son únicamente los infractores detectados en los filtros de seguridad vial realizados con el cinemómetro móvil, a los que todavía habría que sumar los excesos de velocidad detectados por los radares fijos, que en el primer trimestre del pasado año superaron las 3.000 denuncias.

Los datos son claros y justifican las medidas adoptadas por la Policía Local, que ha optado por intensificar los controles en las vías de la capital que registran un volumen elevado de tránsito y en las franjas horarias más conflictivas. Así, entre enero y junio de este año, los agentes realizaron un total de 64 controles en siete viales: Avenida de Madrid, Ronda del Carmen, Infanta Elena, Avenida Benigno Rivera, Calzada das Gándaras, Ronda da Muralla y Avenida de Ramón Ferreiro.

Tal y como explica una de las patrullas que realiza habitualmente estos filtros, los controles con el cinemómetro se van organizando en función de diversos factores. "Se instalan en las vías con más circulación, pero también en aquellos viales en los que se detecta un aumento de la siniestralidad vinculado a una velocidad excesiva, o en las que se registran muchas infracciones de este tipo".

Aunque son muchos los conductores cazados por el cinemómetro, los agentes explican que la mayor parte de las denuncias son administrativas y no constituyen delito. "En las zonas limitadas a 30 kilómetros por hora, lo más habitual es que los excesos de velocidad no superen los 50 kilómetros. Y en las vías limitadas a 50, los infractores suelen circular entre 65 y 75 kilómetros por hora". Saltarse los límites en esta medida conlleva una multa y la retirada de puntos del permiso de conducir.

LÍMITES. Según apunta la Policía Local, la velocidad máxima registrada por el radar móvil fue de 108 kilómetros por hora en la Avenida Infanta Elena, limitada a 50. A pesar de circular a más del doble de la velocidad permitida, este conductor también fue sancionado por la vía administrativa, ya que para constituir delito, en zona urbana, es necesario superar la velocidad máxima en 60 kilómetros por hora. Es decir, para que se tramite por vía Penal, el conductor tiene que superar los 50 kilómetros en las zonas limitadas a 30 y los 110 kilómetros en los viales con límite a 50, "teniendo en cuenta que siempre hay que aplicar un margen de error", apuntan.

En estos casos, el infractor se enfrentaría a una pena de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, así como a la privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores por un periodo que puede oscilar entre uno y cuatro años.

Cada vez que el radar móvil detecta un exceso de velocidad, los agentes tratan de darle el alto al conductor. "Siempre que es posible paramos al infractor y le notificamos la sanción. Sin embargo, a veces no podemos hacerlo por cuestión de efectivos o por no comprometer la seguridad vial. Entonces", comentan los agentes, "se le notifica por correo".

Este tipo de comunicaciones jamás son bien recibidas por la persona que tiene que abonar la multa, pero la Policía Local confía en que los controles sirvan, en alguna medida, para concienciar a los conductores. "En muy importante que tengan en cuenta que el exceso de velocidad incide desfavorablemente en la seguridad vial y tiene un impacto negativo sobre los usuarios más vulnerables de la vía, como peatones y ciclistas. Además, una velocidad inadecuada o excesiva es determinante, tanto para la incidencia de los accidentes, como para la gravedad de las lesiones", concluyen.

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