El gobierno local acaba de poner en marcha un plan integral de limpieza de la ciudad que se desarrollará a lo largo de todo el año y que pretende asear las calles, desbrozar solares públicos o eliminar pintadas, pero, en lo que respecta a esto último, Lugonovo cree que no es suficiente y el lunes su portavoz, Santiago Fernández Rocha, entregó en mano al concejal de urbanismo y medio ambiente, Daniel Piñeiro, un plan de acción contra ese tipo de vandalismo. Una de las medidas que la formación propone para atajar las pintadas es el fomento de prácticas cívicas como el grafiti y otras técnicas de creación de murales, lo que incluso podría incluir la expedición de un carné de grafitero.
Lugonovo ve imprescindible sensibilizar y concienciar sobre el daño que las pintadas producen en el patrimonio en general, no solo en el artístico, sobre la mala imagen de ciudad que dan y sobre el coste que tiene eliminarlas. En este sentido, propone campañas informativas en los colegios y campañas generales, dirigidas a toda la población.
Como las medidas preventivas ayudan pero no son suficientes, Lugonovo ve necesario disuadir a los vándalos con más vigilancia policial, la elaboración específica de una ordenanza de civismo y convivencia, con tipificación de infracciones y sanciones -ahora mismo rige la ordenanza de medio ambiente- y la creación de un protocolo de colaboración con la Fiscalía para perseguir y castigar a los infractores.
Por último, Lugonovo también propone mejoras para cuando las pintadas ya se han producido y no queda más remedio que eliminarlas. Propone establecer un modelo de solicitud de limpieza en edificaciones de propiedad privada, la constitución de una brigada especializada y la elaboración de un protocolo técnico de intervención, para determinar qué productos químicos y sistemas de limpieza se deben aplicar en cada lugar, función del soporte y del material utilizado en la agresión. De esta forma, se agilizaría la eliminación de las pintadas, indica Fernández Rocha.
Para que el trabajo resulte más completo y efectivo, Lugonovo propone hacer un registro de las zonas y los elementos que más sufren este tipo de vandalismo, así como de todas las intervenciones que se hagan. También ve oportuno testar el resultado de los diferentes productos químicos y tratamientos, así como una base de datos sobre empresas y profesionales especializados en esta materia.
La proliferación de pintadas y la tardanza en eliminarlas hace que muchas zonas de la ciudad presenten una muy mala imagen. Hay agresiones en lugares muy frecuentados, como el entorno de la catedral, las casas aledañas a la muralla y calles muy céntricas y transitadas.
