Un consejo experto para salir al mundo

¿Cuántos alumnos al acabar la carrera pueden contar con el consejo de profesionales consagrados para planificar el siguiente paso? En la USC, todos los que se apuntan al proyecto Mentoring

Acabar la carrera o el máster debería ser un motivo de satisfacción, pero muchas veces lleva aparejado el desasosiego y la incertidumbre de no saber lo que vendrá después. En la recta final de los estudios, contar con el consejo y la guía de alguien que ya ha recorrido millas en la profesión y que puede dar una visión panorámica de las oportunidades puede servir de bálsamo para esta inquietud. Es lo que propone el Programa Mentoring de la USC, que empareja a alumnos con mentores de prestigio para que les proporcionen orientación. En este reportaje, cuatro estudiantes del campus que han pasado por esa experiencia cuentan cómo les fue y para qué les sirvio.

María López de la Calle se encontraba finalizando Ingeniería Agrónoma cuando salió la primera convocatoria del proyecto. "Tenía dudas sobre las salidas profesionales en mi sector, aunque tenía claro que quería dedicarme a la investigación, pero de forma aplicada y relacionada con los problemas reales que tiene la agricultura hoy en día", recuerda. Los participantes en el programa pueden señalar tres mentores de su interés por orden de prelación, y María no tuvo duda sobre quién quería que la aconsejara: el decano del colegio de ingenieros agrónomos de Galicia, Pedro Calaza. "Es una persona que conoce la realidad de la profesión en casi todos los ámbitos, con mucha inquietud y preocupación por ella, al que había visto en varias conferencias y me parecía muy interesante", explica.

Su deseo se cumplió y en sus encuentros, Calaza le informó sobre convocatorias y proyectos para su perfil, pero esa no es la parte a la que María le da más valor sino "a la experiencia personal de conocer a alguien que pueda ser un ejemplo profesionalmente". Hoy tiene una beca de Formación del Profesorado Universitario (FPU) en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

María recomienda esta experiencia, pero "hay que tener claro que el fin no debe ser tratar de obtener un contrato o unas prácticas, sino conocer a alguien que pueda ser una referencia y te acerque a la realidad de tu futuro trabajo". El único aspecto negativo que apunta es que al estar el proyecto centralizado en Santiago, los alumnos del Campus de Lugo tienen que desplazarse para algunas entrevistas y actos obligatorios.

"Axudoume a visualizar o estado do sector en España"
Álvaro Pardo es otro de los participantes en la primera edición del Proyecto Mentoring. Para él, ingeniero de Obras Públicas formado también en la Escola Politécnica Lugo y ganador de un Premio Nacional de Fin de Carrera, conocer gente y tener contactos "é algo clave, xa non só a nivel profesional, senón en calquera aspecto da vida" y esta iniciativa le abría la posibilidad de hacerlo en el campo profesional. Asegura que le consta que "algún estudante decidiu enrolarse no proxecto como enlace para encontrar un traballo", pero en su caso lo que buscaba era "interactuar con xente cuxa experiencia me permitise orientarme laboral ou persoalmente".

Para elegir los mentores que le interesaban, hizo su propio proceso de selección, indagando en internet y leyendo los currículums de los profesionales de su interés. Su primera opción fue José Juárez Marín, director comercial del Grupo Sanjosé S.L., con el que finalmente fue emparajado. "Pódese dicir que saíu todo como quería", apunta Álvaro.

"A relación con el foi dende un primeiro momento moi boa. Falamos con bastante frecuencia por teléfono pero, lamentablemente, só quedamos unha vez en persoa en Madrid", relata. Eso es "posiblemente o peor desta etapa ou o único pero que lle podo poñer".

Con todo, le sirvió para aclarar muchas incógnitas, asegura. "Axudoume a visualizar o estado actual do sector en España e deume o pulo necesario para decidir comezar un doutoramento", resume. A eso precisamente se dedica ahora en Suiza. Álvaro Pardo recomienda esta experiencia, pero con un consejo: "Facer unha selección intelixente e sopesada do mentor. O éxito dos encontros radicará niso".

"Me aconsejó sobre cómo valorar una oferta"
El ingeniero en Geomática y Topografía Jaime Roda Barrera se apuntó al Programa Mentoring en su segunda edición. Ya estaba titulado, pero no estaba trabajando y le interesaba "ver con más amplitud del mercado laboral". También tuvo la suerte de que le tocó como mentor el primero de su lista: Manuel Villarroel, jefe territorial de Tragsa para Galicia, Asturias y Cantabria. Lo eligió por "su perfil, dado que había estado en muchos ámbitos profesionales y podía aportar mucha experiencia" y porque su empresa toca muchos campos, por lo que la panorámica podía ser más amplia.

Jaime habla maravillas de su guía. "Es el jefe que todo el mundo querría tener", dice, y cuenta, por ejemplo, que aunque el compromiso con el programa es que haya cinco entrevistas, dos de ellas obligatoriamente presenciales, en su caso las cinco fueron en persona. En estos encuentros, Villarroel lo orientó sobre cómo presentar y entregar el currículum, hacerlo más atractivo y acompañarlo con cartas de presentación.

También le aconsejó sobre aceptar o no determinadas condiciones de trabajo y "las cosas que tienes que valorar en una oferta laboral, que algunas pueden parecer obvias pero es importante tenerlas en cuenta". E incluso le contó su propia experiencia, que siempre es una manera vicaria de aprender. De los consejos que sacó en limpio, Jaime señala, por ejemplo, "la importancia de contar a tu lado con personas con experiencia, que te permitan desarrollarte a nivel personal y profesional» o «tener visión de equipo".

"Estaba en el último año y me veía en el abismo"
Soraya Martínez es de Tui y estudió el Grado en Ciencias da Cultura y, ahora, el máster que le da continuidad en la facultad de Humanidades de Lugo. Su carrera, dice, es bastante teórica y "es difícil saber qué perfil profesional vas a tener", de ahí que el programa le pareciese una oportunidad muy útil. Lo utilizó para explorar una de las posibles salidas, la de la gestión cultural, con el fin de "conocer la profesión más de cerca".

Como mentor escogió a Carlos Varela Ulla, propietario de la empresa En Clave Cultural, con el que no solo tuvo las entrevistas personales, sino un contacto bastante continuo que le permitió despejar muchas dudas. "Fue superatento y flexible; podía preguntarle las dudas por teléfono", cuenta Soraya, que recuerda que su primera pregunta fue: "¿Qué voy a hacer el año que viene?".

Soraya iba apuntando dudas que le surgían para presentárselas luego y Carlos Varela le iba haciendo propuestas. También le enseñó a hacer un currículum orientado a este campo profesional y la formación complementaria que le podía resultar útil, además de posibles becas y ayudas.

Ahora Soraya cursa el Máster en Servizos Culturais que su mentor le aconsejó y hace las prácticas en su empresa. "Cuando se acabó el programa seguimos en contacto; ahora estoy colaborando con él", resume Soraya, que considera que tuvo mucha suerte. "Estaba en el último año de carrera y me veía en el abismo", reconoce. Ahora lo tiene más claro: "Pensaba que esto no iba a ser lo mío, pero me está encantando", asegura.

Comentarios