Pisar el acelerador más de lo permitido por la Ronda da Muralla es una práctica habitual para muchos conductores. De hecho, los dos radares fijos instalados en todo el trayecto sorprendieron en los seis primeros meses del año a 2.800 infractores, lo que se traduce en una media superior a los 450 al mes.
En la mayor parte de los supuestos, suelen ser excesos de entre 31 y 50 kilómetros por hora y muchos conductores lo achacan a un despiste, una excusa que desde luego no le servirá de nada al hombre que fue captado este lunes por uno de los radares de la Ronda cuando circulaba a 111 kilómetros por hora, casi cuatro veces más de lo permitido.
El conductor iba al volante de su turismo, alrededor de las cinco de la madrugada, y fue sorprendido por el cinemómetro ubicado a la altura del número 156 -en las inmediaciones de la Puerta de Santiago-, que es el que más infracciones detecta.
La Policía Local levantó el fin de semana otras actas de infracción por turismos abandonados en diversas calles de la ciudad
Tal y como explicó ayer el portavoz de la Policía Local, la Unidad de Atestados ya instruyó diligencias por un delito contra la seguridad vial, ya que al superar los 60 kilómetros por hora en vía urbana deja de ser una infracción administrativa y se tramita por la vía penal. "El conductor podrá ser sancionado con una pena de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Y en cualquier caso», explica, será sancionado con la privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores por un periodo de entre uno y cuatro años".
ALCOHOL. La Policía Local también instruyó diligencias por otro delito contra la seguridad vial contra un conductor que dio positivo en alcohol tras sufrir un accidente de tráfico, en el que no hubo más vehículos implicados.
El suceso tuvo lugar en la tarde del pasado domingo, cuando el hombre conducía su turismo por la Ronda das Mercedes y colisionó "violentamente" contra un contenedor de vidrio. Como consecuencia del impacto, el depósito se desplazó y ocasionó daños en otro coche que se encontraba estacionado.
Tras el accidentes, lo agentes observaron que el conductor presentaba «síntomas de embriaguez» y lo sometieron a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó una tasa de 1,28 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cinco veces más de lo permitido por ley. Además de instruir diligencias contra el conductor, los policías procedieron a inmovilizar el vehículo hasta que alguna persona capacitada se hiciera cargo del mismo.
ABANDONO. A lo largo del pasado fin de semana, y siguiendo con el operativo de detección de vehículos abandonados en la vía pública, los agentes de la Policía Local levantaron otras siete actas de infracción a sendos turismos que estaban aparcados en diferentes calles de la ciudad y que presentaban "signos evidentes" de abandono.
