Un conductor reincidente por coger el coche pese a tener el carné retirado aceptó este lunes el pago de una indemnización, en concepto de responsabilidad civil, de 80.000 euros solicitada por una anciana de 84 años a la que arrolló, en agosto de 2016, cuando cruzaba un paso de peatones en la Ronda do Carme.
El pago de la indemnización supera con creces la pena que le cayó por sendos delitos de conducción sin licencia y de lesiones, que sumaron el pago de una multa conjunta de 2.880 euros.
El juicio se celebró este lunes, en la sala de lo Penal 2 de Lugo, tras un acuerdo con Fiscalía, que solicitaba inicialmente cuatro meses y medio de cárcel por conducir sin licencia y tres, por lesiones.
El conductor, además, sumará dos años y medio de privación del carné de conducir por estos hechos.
La anciana, que caminaba con una muleta, sufrió daños de consideración a causa del accidente dado que, tras el impacto, su cuerpo volteó sobre el capó del coche para, finalmente, salir despedido 8,30 metros.
La víctima estaba comenzando a cruzar la calle cuando irrumpió el coche. De hecho, no llevaba ni dos metros recorridos ya que caminaba lentamente.
La brutalidad del impacto se debe, fundamentalmente, a que el coche circulaba a una velocidad superior a la que determina la señal en la zona, 30 kilómetros por hora, donde, además, hay también señalización vertical de resalto.
A consecuencia del golpe, la mujer sufrió distintos tipos de lesiones dado que golpeó su cabeza contra el parabrisas para después salir despedida a más de 8 metros. De esta forma, la anciana rompió la pelvis y fue objeto de policontusiones además de padecer traumatismo craneoencefálico y abdominal.
La víctima se rompió la pelvis y sufrió un doble traumatismo craneoencefálico y abdominal
PERJUICIOS. La anciana tardó casi nueve meses en curar durante los cuales sufrió tres operaciones leves. El atropello le provocó, asimismo, secuelas estéticas, una pérdida de calidad de vida ya que comenzó a necesitar la ayuda de un cuidador —que le costó casi 8.000 euros— y también un fuerte perjuicio en su patrimonio ya que se vio obligada a readaptar una prótesis que tenía y que quedó dañada por el impacto.
La víctima se vio obligada, por otra parte, a sufragar gastos de suministros clínicos por algo más de 900 euros y otros de cirugía vascular que sufragó por su propia cuenta.
