Empezó supuestamente como una discusión de fútbol y acabó con dos jóvenes condenados por un delito de robo con violencia e intimidación. El suceso ocurrió hace ya cinco años y los agresores —dos hermanos con iniciales J.J.B.R. y G.B.R., vecinos de A Piringalla— reconocieron este lunes los hechos ante el juez del Penal 2 y aceptaron sendas condenas de año y medio de cárcel.
El retraso judicial jugó a favor de los acusados, ya que el fiscal pedía inicialmente tres años de cárcel para cada uno, una condena que implicaría su ingreso en un centro penitenciario. Sin embargo, este lunes rebajó su petición a la mitad tras aplicar la atenuante de dilaciones indebidas y las partes acordaron suspender la pena, con la condición de que no vuelvan a delinquir en tres años y paguen la indemnización.
Según se recoge en el escrito de acusación del fiscal, el 18 de mayo de 2013, sobre las tres de la madrugada, los acusados y sus amigos discutieron con otros jóvenes en la Praza de Pío XII, en las inmediaciones de la catedral.
Varios testigos del suceso explicaron entonces que los dos grupos iniciaron una conversación sobre el partido disputado esa tarde entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, un encuentro en el que ambos equipos se disputaban la Copa del Rey. La victoria de los colchoneros por un gol de diferencia (1-2) no agradó a los madridistas y la discusión fue subiendo de tono hasta que uno de los participantes en la gresca pasó de las palabras y los insultos a la agresión física.
En medio del alboroto, los dos hermanos se acercaron a un chico e intentaron registrarle los bolsillos de la chaqueta, sin llegar a conseguirlo, ya que la víctima forcejeó con ellos y logró zafarse. Acto seguido, se dirigieron a otro joven y le quitaron a la fuerza la chaqueta que llevaba puesta. En ese momento se cayó del bolsillo un paquete de tabaco y su propietario se agachó a recogerlo, aprovechando uno de los acusados para propinarle una patada en el pecho y un puñetazo en la boca.
A continuación, los dos hermanos se acercaron a otro joven y le quitaron el móvil del bolsillo. Además, antes de marcharse, G.B.R. le dijo: "Como denuncies esto a la Policía, acabo con tu vida". La víctima logró identificar a los agresores, que fueron detenidos esa misma noche.
