Condenados dos cobradores de morosos en Lugo por pasarse en el acoso

Los juzgados también se encargaron de una estafa a una mujer con la venta de una Play y multaron al culpable con 300 euros
Juzgado de lo Penal 2. AEP
photo_camera La vista se celebró en los juzgados de la Praza de Avilés. AEP

El juzgado de Instrucción número 2 de Lugo condenó a dos hombres, de 48 y 64 años de edad, como autores de dos delitos leves de coacciones por perseguir y acosar a un empresario lucense y a varios familiares para reclamarle una supuesta deuda de poco más de 32.000 euros. Los dos cobradores de morosos -que no se presentaron al juicio- fueron condenados a desembolsar un total de 6.600 euros, ya que el juez les impuso sendas multas de 1.800 euros y les obligó a indemnizar al afectado y a su hermana con 1.500 euros a cada uno.

Según quedó recogido en la sentencia, en enero de 2019, los dos acusados actuaron “con intención de atentar contra la dignidad, menoscabar la libertad, y ejercer presión sobre la víctima y su familia, por lo que los atemorizaron y los privaron de su libertad y sosiego”, todo ello para reclamarle al hombre una supuesta deuda que su empresa -dedicada a la construcción y en concurso de acreedores- mantenía supuestamente con otro negocio del mismo sector ubicado en la localidad coruñesa de Melide.

Así, el día 9 de enero, después de indagar en la vida de la hermana del empresario, los acusados acudieron al puesto de trabajo de la mujer y le preguntaron por su hermano. Acto seguido, le dijeron que tenía que pagar unas deudas y que era mejor que les dijera dónde se encontraba su familiar. Además, le entregaron una tarjeta con el nombre: El Buda del Moroso, con un número de teléfono, para que se la entregara cuanto antes a su hermano y él se pusiera en contacto con ellos.

Al día siguiente, sobre la una y media del mediodía, la mujer recibió una llamada en su puesto de trabajo y reconoció la voz de uno de los hombres que la habían intimidado el día anterior. El acusado le preguntó si le había entregado la tarjeta a su hermano y la mujer le dijo que no, por lo que el hombre comenzó a gritarle. Al ver que no se calmaba, la mujer le dijo que por favor la dejara en paz, pero el acusado le respondió que le iban a seguir “haciendo visitas” hasta que colaborara o convenciera a su hermano para que abonara la supuesta deuda, llegando a decirle a gritos que iban a ir a su casa.

El juez concluye que los dos acusados “coartaron la libertad” del empresario y su familia para cobrar una supuesta deuda

Unos días más tarde, el 11 de enero, la mujer salió de su lugar de trabajo y observó a los acusados a bordo de un vehículo rotulado con la inscripción: Buda del Moroso. Los dos hombres se dirigieron hacia ella y se detuvieron a su altura, mirándola fijamente. Ella se asustó y comenzó a andar por un tramo peatonal para evitar a los acusados. El juez explica que, como consecuencia de estos hechos, la hermana del empresario “vio afectada su tranquilidad”, ya que los dos acosadores le dijeron en varias ocasiones que si el supuesto moroso no pagaba, la familia tenía que responder, y que ellos iban a cobrar el dinero de una forma o de otra.

El fallo judicial recoge además que, a lo largo del mismo mes, el empresario recibió varias llamadas desde diferentes números de teléfono, cuyo titular era la empresa “que figura en el tráfico comercial como El Buda del Moroso”, reclamándole el pago de la presunta deuda. También acudieron a su domicilio y lo persiguieron por la capital lucense, hasta que le entregaron la tarjeta de la empresa de cobro de morosos, llegando incluso a ponerse en contacto con su hija, que residía en el extranjero.

El juez concluye que los dos acusados “coartaron la libertad” del empresario y su familia para cobrar una supuesta deuda, “prescindiendo de los cauces legales correspondientes”, por lo que los condena como autores de sendos delitos de coacciones.

Estafa a una mujer con la venta de una Play y lo multan con 300 euros

Un joven de 22 años fue condenado a pagar una multa de 300 euros por poner un anuncio falso en internet para vender una Play Station y estafarle a una lucense 195 euros.

El fallo del juzgado de Instrucción número 2 de Lugo explica que el acusado puso a la venta a través de internet una videoconsola, en concreto una Play Station 4 Pro. El chico anunció la venta del artículo a través de la web Milanuncios. com y se hizo pasar por el propietario de un establecimiento de venta de productos tecnológicos, “guiado por el ánimo de enriquecimiento ilícito”.

La denunciante encontró el anuncio en internet y le inspiró confianza, por lo que el 27 de noviembre de 2018 ingresó en la cuenta que le facilitó el acusado un total de 195 euros para adquirir la consola. Sin embargo, el chico retiró el dinero y nunca le envió el artículo.

Tras denunciar los hechos, las fuerzas y cuerpos de seguridad abrieron una investigación e identificaron al supuesto estafador. Sin embargo, el chico negó los hechos en el juicio y explicó que, aunque la cuenta en la que la perjudicada ingresó el dinero estaba a su nombre, no la utilizaba él, sino que la había abierto para que un amigo llevara a cabo operaciones bancarias. El supuesto amigo no pudo ser citado como testigo.

El juez considera que el chico es autor de un delito leve de estafa y le impone una multa de dos meses con cuota diaria de cinco euros

El juez concluye que la versión del acusado “no fue acreditada de ningún modo” y considera probado que el joven “se apoderó del dinero que se giró a su cuenta con cargo a la entrega de una Play 4, y no existe dato alguno que induzca a pensar en la existencia de terceras personas que pudiesen desviar la responsabilidad de los hechos denunciados”, concluye.

CONDENA. El juez considera que el chico es autor de un delito leve de estafa y le impone una multa de dos meses con cuota diaria de cinco euros, lo que suma un total de 300 euros. Además, obliga al acusado a indemnizar a la afectada en la cantidad de 195 euros.

Tras recibir la sentencia condenatoria, el letrado de la defensa presentó un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Lugo, que revisó el caso y confirmó el fallo del juzgado de Instrucción, por lo que la sentencia ya es firme.