Condenado en Lugo por colaborar con una mafia para estafar a una empresa

Los timadores le ingresaban el dinero que obtenían por la técnica del 'phishing' para que lo enviara a Ucrania. Le imponen dos meses y multa

Un joven que colaboró con una mafia para desfalcar a una empresa lucense fue condenado por el Penal número 1 de Lugo como cooperador necesario de un delito de estafa. El acusado facilitó una cuenta bancaria a su nombre para que los timadores ingresaran el dinero que le quitaban al negocio mediante la técnica del 'phishing'. Posteriormente, el hombre, A.M.G., lo enviaba a Ucrania a cambio de una comisión.

La mafia que urdió el plan captó a dos lucenses para llevar a cabo el desfalco, pero uno de ellos rechazó la oferta de los estafadores porque "olía mal". Otro joven asumió su culpa en el Penal número 1 de Lugo y aceptó una pena de cuatro meses de cárcel. Este acusado, sin embargo, ni tan siquiera se presentó al juicio —que se celebró el pasado 30 de junio—pero la jueza consideró probado que el joven siguió las indicaciones de los timadores "conociendo, o teniendo por muy probable, que dicha operación tenía origen ilícito".

Los hechos sucedieron hace siete años, a principios de 2010, cuando personas desconocidas se apoderaron de modo fraudulento —mediante la técnica del 'phising'— de los datos bancarios y las claves personales de dos cuentas corrientes que estaban a nombre de una empresa de reformas y decoración. Los estafadores ofrecieron por internet una cantidad de dinero, en concepto de comisión, a quien estuviera dispuesto a recibir cantidades procedentes de estas cuentas y lo remitiera al extranjero, concretamente a Ucrania, a través de Western Union.

El acusado aceptó el negocio y abrió una cuenta a su nombre en una entidad bancaria de la capital lucense. Acto seguido, el 30 de marzo de 2010, los timadores le ingresaron 2.910 euros que habían obtenido fraudulentamente de una cuenta de la empresa.

SOSPECHA. En cuanto tuvo el dinero en su cuenta, el acusado intentó retirar una parte y enviar el resto a la cuenta del extranjero que le facilitaron los timadores. Sin embargo, el banco desconfió de las operaciones y las bloqueó. La entidad logró recuperar el dinero y se lo devolvió al empresario.

El joven que colaboró con la mafia fue juzgado —a pesar que no acudió a la vista— y la jueza le impuso una condena de dos meses de prisión y 720 euros de multa como cooperador necesario de un delito de estafa en grado de tentativa. "Quien se presta interesadamente a convertirse en depositario momentáneo de fondos sustraídos", recoge el fallo, "integrará de ordinario el delito de estafa".

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