Condenado por atacar a los agentes tras besar a una chica a la fuerza

Se abalanzó sobre ella en una discoteca y se puso agresivo con la patrulla que intervino
Coche patrulla. PIXABAY
photo_camera Coche patrulla. PIXABAY

La Audiencia Provincial de Lugo impuso una condena de 1.265 euros de multa a un joven que besó a una chica sin su consentimiento en una discoteca, la empujó con fuerza y se enfrentó a los agentes que acudieron al establecimiento. Inicialmente, el Penal número 2 le había impuesto una pena de seis meses de prisión y 1.600 euros de multa, pero la sala la rebajó tras aplicarle la eximente incompleta de ingesta alcohólica y la atenuante de dilaciones indebidas, ya que el altercado se produjo hace cuatro años.

Los hechos sucedieron sobre las cuatro y media de la madrugada del 8 de diciembre de 2016, cuando el acusado se encontraba en el interior de una discoteca. En un momento dado, el joven se acercó a una chica y la besó "sin su consentimiento", por lo que la mujer le llamó la atención y el acusado la empujó y la tiró al suelo, causándole escoriaciones en un brazo y en el tórax.

El hombre también ocasionó daños en las dependencias policiales

Acto seguido, el acusado se enfrentó a otras personas que se encontraban en el establecimiento, quienes acabaron solicitando la intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Los agentes acudieron al local y le pidieron al hombre que saliera al exterior, pero el acusado se negó y además mostró una actitud "ofensiva y agresiva" frente a ellos, así que finalmente tuvieron que reducirlo. El acusado opuso "una fuerte resistencia" y se enfrentó a los agentes, llegando a tirar a uno al suelo.

Una vez en las dependencias policiales, el acusado "continuó con su actitud hostil y agresiva, amenazando de muerte a los agentes que allí se encontraban, y golpeando las puertas, paredes y armarios de los calabozos", ocasionando de este modo desperfectos que fueron tasados en 768 euros. El fallo recoge que, en el momento de los hechos, el acusado se encontraba afectado por una "importante ingesta alcohólica previa, que influyó en su actuación".

El abogado de la defensa solicitó que el acusado fuera considerado inimputable, ya que en el hospital "necesitó sujeción mecánica, debido al estado de agitación que presentaba", y arrojó una elevada tasa de alcohol en sangre. Sin embargo, tanto los testigos como los agentes manifestaron que "se mantenía erguido" y "aparentemente entendía lo que acontecía", por lo que tanto el Penal como la Audiencia concluyen que sus facultades mentales estaban afectadas "de forma importante", pero "no totalmente anuladas".