Condenado un acosador por enviar fotos de sus genitales y frases obscenas a una chica

El acusado persiguió a la hija de sus vecinos durante meses y la joven lo denunció. El juez le impuso tres meses de cárcel y 4 años de alejamiento
Sede de la Audiencia Provincial de Lugo. AEP
photo_camera Sede de la Audiencia Provincial de Lugo, que confirmó la condena. AEP

El juzgado de lo Penal número 1 de Lugo impuso una condena de tres meses de prisión a un hombre que acosó a la hija de sus vecinos, a la que persiguió y envió de forma continuada mensajes de contenido obsceno. El juez le impuso también la prohibición de aproximarse o comunicarse con la joven durante cuatro años y le suspendió la pena de cárcel, siempre y cuando respete el alejamiento y no intente comunicarse con la chica por ningún medio.

Esta situación, tal y como concluye el magistrado, "alteró la vida de la víctima", que no se atrevía a ir sola por la calle y llegó incluso a realizar turnos dobles en el trabajo para coincidir siempre con algún compañero de regreso a casa

Tal y como quedó recogido en la sentencia, entre los meses de enero a mayo del año 2018, el acusado comenzó a hacer «toda suerte de hostigamientos y requerimientos constantes a la víctima, con la finalidad de iniciar una relación sentimental o sexual con ella». El hombre vivía cerca de los padres de la mujer y aprovechaba las visitas que le hacía la joven a sus progenitores para perseguirla, dejarle flores, llamar al timbre para intentar hablar con ella e incluso bloquearle la puerta del coche para impedir que se pudiera marchar. El hombre acudía además en multitud de ocasiones a los lugares que ella frecuentaba y a su puesto de trabajo, "donde aparecía sorpresivamente y de forma injustificada".

También la llamaba por teléfono y le enviaba mensajes por Whatsapp, "siendo alguno de ellos de explícito contenido sexual y llegando a mostrarle en imágenes sus genitales". Asimismo, a través de las redes sociales Facebook e Instagram, el acusado le envió a la denunciante hasta 15 solicitudes de amistad utilizando distintos perfiles, a pesar de que la chica siempre rechazaba sus proposiciones y acababa bloqueándolo.

Esta situación, tal y como concluye el magistrado, "alteró la vida de la víctima", que no se atrevía a ir sola por la calle y llegó incluso a realizar turnos dobles en el trabajo para coincidir siempre con algún compañero de regreso a casa. Además, dejó de ir al domicilio de sus padres por temor a cruzarse con el acusado.

RECURSO

. El Penal número 1 de Lugo condenó al hombre como autor de un delito de acoso del artículo 172 del Código Penal y el letrado de la defensa recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial, alegando falta de pruebas.

El tribunal revisó el caso y confirmó la condena, al estimar que la conducta del hombre estaba «cumplidamente acreditada, no solo mediante el testimonio de la denunciante, sus padres y dos testigos, sino también por la prueba documental, consistente en mensajes y videos, que evidencian una conducta contumaz del recurrente pese a la negativa reiterada de la denunciante», expuso. Con este alegato, el tribunal provincial confirmó la condena del juzgado de lo Penal, que ya es firme, y declaró de oficio las costas.