Condenado a 6 años por intentar violar a dos mujeres en O Carme y San Pedro

El acusado, de 32 años, asaltó a una de ellas en un descampado y a otra cuando entraba en el portal de su casa ► Un testigo del último ataque colaboró con la Policía Nacional y el agresor fue localizado esa noche
El hombre que escuchó los gritos de la víctima de O Carme señala el lugar donde se cometieron los hechos. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El hombre que escuchó los gritos de la víctima de O Carme señala el lugar donde se cometieron los hechos. VICTORIA RODRÍGUEZ

La Audiencia Provincial de Lugo impuso una condena de seis años de prisión a Gabriel Florin C., el hombre que intentó violar a mediados de 2018 a dos mujeres en el barrio de O Carme y en la Rúa San Pedro. Inicialmente, el acusado -un joven rumano de 32 años que trabajaba como jornalero en el monte- negó los hechos, pero en la vista oral acabó reconociendo que fue el autor de las agresiones.

De este modo, la sentencia considera probado que el 25 de agosto de 2018, sobre la una de la madrugada, el acusado -vestido con ropa oscura y con una gorra para ocultar sus rasgos- siguió a una mujer de 33 años que regresaba a su domicilio por la Rúa Poeta Noriega Varela. Al llegar a la cruce con Estaca de Bares, en el barrio de O Carme, el hombre le tocó el hombro a la joven y le hizo un gesto para pedirle que se acercara. Acto seguido, le tapó la boca con su mano y forcejeó con ella hasta arrastrarla hacia un descampado próximo.

El agresor tiró a la víctima al suelo boca abajo, en una zona de tierra, se puso encima de ella y comenzó a realizarle tocamientos. El hombre también intentó sacarle el pantalón, pero no lo consiguió. Durante todo ese tiempo, la mujer “tuvo una sensación constante de ahogo” -ya que tenía la boca tapada-, por lo que trataba de retirar la mano del acusado de su cara al mismo tiempo que pedía auxilio. Finalmente, una pareja que pasaba por la zona escuchó a la chica y le gritó al agresor, que huyó del lugar. Como consecuencia del ataque, la víctima sufrió heridas en la cara y en un muslo.

Tan solo unos días más tarde, sobre las tres de la madrugada del 7 de septiembre, el acusado abordó por la espalda a otra mujer de 43 años cuando entraba en el portal de su domicilio, en la Rúa San Pedro. El hombre, que también iba vestido con ropa oscura y con una gorra, se introdujo en el inmueble detrás de la mujer, la tiró al suelo, se colocó sobre ella y le bajó su ropa interior. La víctima comenzó a gritar con fuerza y alertó a un vecino, que bajó al portal, por lo que el agresor huyó de inmediato.

El detenido ingresó en prisión provisional el 8 de septiembre de 2018 y los informes forenses revelaron que “no tiene trastorno ni alteración que influya y modifique sus capacidades cognitivas y volitivas”

Este testigo llamó a la Policía Nacional y acompañó a los agentes para tratar de localizar al agresor, que finalmente fue detenido esa misma noche, cuando caminaba por la zona de Campo Castelo.

Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió un cuadro de ansiedad y tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico y psicológico, con ansiolíticos y antidepresivos. La mujer todavía continúa a tratamiento en la actualidad y la Audiencia Provincial de Lugo condenó al agresor a indemnizarla en la cantidad de 13.000 euros por las lesiones psicológicas. El hombre también tendrá que abonarle 361 euros al Servicio Galego de Saúde por la atención sanitaria que le prestó a la mujer tras la agresión sexual.

CÁRCEL. El detenido ingresó en prisión provisional el 8 de septiembre de 2018 y los informes forenses revelaron que “no tiene trastorno ni alteración que influya y modifique sus capacidades cognitivas y volitivas”.

El hombre fue acusado de dos delitos de agresión sexual, por los que el ministerio fiscal y la acusación pública solicitaban un total de ocho años de prisión. Sin embargo, tras el reconocimiento de los hechos por parte del procesado, las acusaciones modificaron sus conclusiones y rebajaron la petición a seis años de cárcel, tres por cada uno de los delitos.
 

El acusado no consumó las violaciones gracias a la intervención vecinal
Tanto en el ataque del barrio de O Carme como en el de la Rúa San Pedro, la intervención de los vecinos evitó que el acusado llegara a consumar las violaciones. En el primer caso, una pareja que se disponía a entrar en el portal de su vivienda, en la calle Estaca de Bares, escuchó gritos y se acercó. “Nos quedamos parados ante el primer grito porque se oyó muy flojito, pero salimos como rayos en el segundo hacia la calle porque, entonces, lo percibimos los dos con claridad. Allí, en medio de la noche, vimos como un bulto en la finca donde hasta hace poco se aparcaban coches y no sabíamos distinguir si había un hombre o una mujer. Gritamos ”¡eh!” y vimos que un hombre se echaba a correr atravesando la finca, hacia el Regueiro dos Hortos y la capilla de O Carme”, explicaron tras el ataque.

En la agresión de la Rúa San Pedro, los vecinos escucharon jaleo y bajaron corriendo al portal. “Escuchamos gritos, pero pensamos que era una discusión. No imaginamos que nos íbamos a encontrar algo así. La chica estaba tirada en el suelo y el hombre estaba encima. El portal es muy pequeño y ella apenas se podía mover”, contaron. Uno de los vecinos —que llegó a forcejear con el agresor, hasta que finalmente huyó— contó que la víctima estaba aterrorizada y no podía dejar de temblar. “Jamás olvidaré su cara de pánico”, dijo.

El agresor no hablaba castellano y tanto la Policía Nacional como la jueza que instruyó el caso tuvieron que solicitar la intervención de un intérprete, que se desplazó hasta la capital lucense desde Vigo.

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