Se enfadó porque la jueza Estela San José no quiso retirar la orden de alejamiento que le había impuesto a su novio y no dudó en amenazarla a gritos. El enojo de la mujer no pasó desapercibido y le acabó costando una condena de un año de trabajos en beneficio de la comunidad.
Según explicó la Fiscalía en su escrito de acusación, en el año 2015, la mujer acudió en varias ocasiones al juzgado de Instrucción número 3 de Lugo -que se encarga de los asuntos de violencia de género y que por aquel entonces tenía como titular a Estela San José- y solicitó "de forma reiterada" que se alzara la orden de protección dictada con respecto a su compañero sentimental, ya que seguían conviviendo. Sin embargo, a pesar de su insistencia, la jueza lo denegó.
Aun así, la pareja continuó la relación, por lo que finalmente, el 6 de marzo, la Policía Nacional detuvo al hombre como presunto autor de un delito de quebrantamiento de condena. Al enterarse, sobre las 13.00 horas, la acusada se presentó en la oficina judicial y comenzó a gritar: «Ahora le decís a la jueza que he abortado por su culpa y que voy a ir a por ella».
El ministerio fiscal alegó que la magistrada "se sintió intimidada" al percibir el alboroto y escuchar las amenazas que le dirigía la acusada, por lo que la mujer -con iniciales Y.B.P.- fue detenida y le imputaron un delito de atentado.
Por estos hechos, el ministerio fiscal solicitó inicialmente para ella una condena de dos años y nueve meses de prisión, así como una multa de 1.500 euros. Sin embargo, ayer rebajó su petición a un año de cárcel y 360 euros de multa porque la mujer reconoció los hechos ante la jueza del Penal número 1 de Lugo y la vista ya no se celebró. Acusación y defensa llegaron además a un acuerdo para sustituir la condena de prisión por un año de trabajos en beneficio de la comunidad.
