Hace más de tres años, a finales de 2014, los vecinos de la Rúa Nóreas unieron sus voces para denunciar el trasiego «exagerado» de toxicómanos por la zona, una situación que achacaban a la venta de droga en una vivienda de la calle. Tras recibir un aluvión de quejas, la Policía Nacional montó un dispositivo de vigilancia y comprobó que los residentes estaban en lo cierto.
Los agentes cachearon durante varios meses a los supuestos compradores y, finalmente, el 18 de agosto de 2015 detuvieron a una pareja cuando le entregaba un envoltorio de heroína a un joven en la Ronda da Muralla, a la altura de la Rúa San Pedro.
Los investigadores solicitaron una orden judicial y registraron el domicilio de la pareja, en la Rúa Noreas, donde encontraron heroína, cocaína y marihuana, preparadas para su venta a terceras personas.
La droga intervenida, según quedó recogido en el escrito de acusación del ministerio fiscal, tendría en el mercado un valor total de 2.109 euros.
Los policías requisaron además en el domicilio una cantidad próxima a los 100 euros en efectivo, «procedentes de su actividad ilícita», dando así por finalizado el operativo.
Tal y como explicó el portavoz policial tras el arresto, «los toxicómanos que acudían a la vivienda esperaban en el portal y tanto el hombre como la mujer bajaban a venderles la droga. Tras un breve contacto, los compradores abandonaban el lugar lo más rápidamente posible».
La pareja prestó declaración al día siguiente de su arresto en el juzgado de Instrucción número 2 de Lugo y la magistrada decretó su puesta en libertad con cargos, con la obligación de presentarse en el juzgado para firmar cada 15 días.
Los dos detenidos -ambos toxicómanos y con diversos antecedentes- fueron acusados de un delito contra la salud pública, en su modalidad de drogas que causan grave a la salud, por el que la Fiscalía lucense solicitaba inicialmente penas de cuatro años de prisión, así como multas de 5.000 euros.
ACUERDO. El juicio contra la pareja se iba a celebrar ayer por la mañana en la Audiencia Provincial de Lugo, pero acusación y defensa llegaron a un acuerdo de conformidad y ya no fue necesario celebrar la vista.
Los acusados -un hombre de 54 años y una mujer de 49, ambos naturales de Lugo- reconocieron los hechos ante el tribunal y aceptaron sendas penas de dos años de cárcel. Además, tendrán que abonar cada uno una multa de 200 euros.
