Los concesionarios retoman la actividad con el taller como el principal motor

Constatan en el primer día que existe interés por el vehículo de ocasión y en stock, pero que la recuperación será muy lenta
Un concesionario se preparaba el pasado sábado para la vuelta a la actividad. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un concesionario se preparaba el pasado sábado para la vuelta a la actividad. VICTORIA RODRÍGUEZ

El primer día de vuelta a la actividad de los concesionarios de venta de automóviles de la ciudad ha sido el de la constatación de dos realidades que el sector ya intuía: la primera, que la recuperación va a ser muy lenta, sobre todo en lo que respecta al vehículo nuevo; la segunda, que en estas primeras fases de la desescalada el motor que tirará del negocio será el del servicio postventa, el taller.

Así lo destacaba este lunes, por ejemplo, Jesús Martínez, responsable del concesionario de BMW Lugauto: “El servicio de taller nos está yendo muy bien, porque teníamos las citas programadas”, señalaba, “y estamos al completo. Es más, creo que ya tenemos las citas completas para las próximas dos semanas”. Era algo, no obstante, que Martínez podía prever, porque “el servicio postventa es muy necesario: hay que hacer mantenimiento, pasar ITV, pequeñas reparaciones... Otra cosa es que este ritmo se mantenga en el tiempo”.

Para entonces, debería haber arrancado el motor principal del sector, el de la venta. Este lunes las sensaciones en el concesionario de BMW eran contradictorias: “Sí que hemos notado que hay algo de interés y se han atendido a personas con cita. Incluso hemos cerrado una venta”, contaba el gerente ilusionado, “pero era de una persona que ya tenía la intención de comprar antes. Lo bueno es que ha mantenido esa intención y se ha comprado el coche”.

SE MANTIENE EL SUV. Ese interés que percibe es, en todo caso, por las “promociones muy buenas que se han estado haciendo con grandes descuentos de vehículos en stock”. Eso sí, el vehículo que interesa sigue siendo el mismo que antes: el SUV.

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De entrada, a Lugauto el retorno a la actividad le ha permitido reincorporar a toda la plantilla, que estaba en Erte. “Ya hemos dado por hecho que tenemos que asumir una enorme caída de ventas, la esperanza que nos queda es al menos cubrir un mínimo para no perder el año entero”, asegura Jesús Martínez.

También en L-Motor, concesionario de Fiat y Ford, regresaron al trabajo, si bien aún solo el 50% de la plantilla, según explica su gerente, Genaro Saavedra. En taller, por ejemplo, eso significa cinco mecánicos, en lugar de los diez que trabajan habitualmente: “El servicio postventa va muy bien, tenemos bastantes llamadas, pero aún no lo suficiente como para estar a pleno rendimiento. Hay que ir viendo”.

En cuanto a las ventas, las visitas a las instalaciones han sido casi nulas, aunque sí se han afianzado los contactos que antes se habían hecho a través de las diferentes webs de venta. “La mayoría”, detalla Saavedra, “se interesa por vehículo de ocasión. De hecho, lo poco que hemos vendido en esta época ha sido eso, algún cliente al que se le había estropeado el suyo y ha tenido que sustituirlo por vehículo de ocasión”.

Sin embargo, el gerente de LMotor es consciente de que el vehículo nuevo “tardará en recuperarse, porque es algo que va muy ligado a la confianza del comprador, a pensar que te va a ir bien la vida, a la idea de estabilidad y de ahorro. Para que alguien se plantee gastar 20 o 25.000 euros, un recibo de 300 euros durante cuatro o cinco años, tiene que tener confianza en que el trabajo le va a ir bien, que el sueldo no le va a bajar. Un coche nuevo es casi como darse un placer, si no tiene necesidad prefiere tirar con el suyo”

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