El Concello de Lugo multó el año pasado a 56 dueños de perros por infracciones

Impuso solo 15 sanciones por no inscribirlos en el registro municipal obligatorio, a pesar de que se calcula que hay 11.000 sin registrar ►Diez propietarios fueron multados por no tener licencia o seguro para razas peligrosas, nueve por llevar el can suelto y cuatro por no recoger heces

Tener un perro como animal de compañía y salir con él a la vía pública implica seguir unas pautas de comportamiento que no todo el mundo acata. En el municipio lucense, el Concello sancionó el año pasado a más de medio centenar de propietarios de canes —en concreto 56— por cometer diferentes infracciones con relación a la tenencia y cuidado de sus mascotas. La lista de infractores la encabezan los lucenses que no inscribieron a sus perros en el registro municipal, obligatorio para todos los canes, con 15 sanciones. La cifra resulta prácticamente insignificante si se tiene en cuenta que en Lugo hay actualmente 11.000 perros sin registrar.

Este dato se deduce de la información que manejan la Xunta y el Concello, ya que el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía (Regiac) —un padrón dependiente de la Consellería de Medio Ambiente en el que son inscritos los perros en cuanto un veterinario les implanta el microchip— contabiliza 13.700 canes en Lugo, mientras que en el registro municipal del Concello solo figuran 2.633.

Las cifras que contabilizan las administraciones revelan que la mayoría de los lucenses le implantan el microchip a sus mascotas, pero muy pocos los inscriben en el registro municipal, a pesar de que es un trámite obligatorio —y gratuito— para todos los canes y que saltárselo supone para el propietario exponerse a una multa de 100 euros.

Todos los canes tienen que inscribirse en el registro del Concello, no solo los de raza peligrosa. No hacerlo conlleva 100 euros de multa

La lista de infracciones continúa con los propietarios que no tenían licencia o carecían del seguro obligatorio para razas peligrosas. Por este motivo fueron multados el año pasado diez lucenses: 8 de ellos por falta de licencia y dos por no haber contratado ningún seguro de responsabilidad civil.

Está claro que un perro no es juguete y con algunos es necesario extremar las precauciones. De hecho, la ordenanza municipal del Concello de Lugo obliga a sacar una licencia administrativa para canes potencialmente peligrosos, entre los que incluye 15 razas: Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dobermann, Dogo Arxentino, Dogo de Bordeos, Dogo do Tíbet, Mastín Napolitano, Presa Canario, Presa Mallorquino, Fila Brasileiro, Tosa Inu, Akita Inu y Bullmastif.

Para obtener esta licencia —válida para un periodo de cinco años y también gratuita— es necesario cumplir una serie de requisitos. El solicitante tiene que presentar un certificado de penales para demostrar que no fue condenado por homicidio, lesiones, torturas, delitos contra la integridad moral, la libertad sexual o la salud pública, asociación con banda armada o narcotráfico. También es necesario aportar un certificado que acredite que no está incapacitado para cuidar al animal y además es obligatorio que contrate un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, con una cobertura mínima de 125.000 euros. Y por supuesto, el solicitante no puede tener sanciones anteriores por infracciones con este tipo de mascotas.

Los viandantes piden más control sobre los dueños de perros que no recogen los excrementos. La sanción puede llegar a los 750 euros

De los 2.633 perros inscritos actualmente en el registro municipal de Lugo, 353 son de raza potencialmente peligrosa.

Además de saltarse estas gestiones administrativas obligatorias, los propietarios de canes también incurrieron en otras infracciones. Según explican desde el Concello, en 2017 impusieron ocho multas por tener al perro sin microchip, cinco por no tener la correspondiente tarjeta sanitaria, y otras cinco por tener a los animales en instalaciones totalmente inadecuadas.

CIVISMO. Otra asignatura pendiente para los propietarios de algunos perros es el civismo. Según marca la ordenanza municipal, en la vía pública o zonas verdes los canes tienen que ir atados y los animales potencialmente peligrosos también están obligados a llevar bozal. Sin embargo, todavía es bastante frecuente ver a perros corriendo a su libre albedrío por los parques de la ciudad.

En el registro municipal figuran 353 perros de raza peligrosa. Los dueños tienen que tener licencia y seguro de daños a terceros

Algunos usuarios mostraron sus quejas por este motivo y el Concello impuso el año pasado multas a nueve lucenses por llevar sueltos a sus canes. Uno de los propietarios sancionados fue una mujer que tenía varios perros sueltos por la Praza do Castiñeiro, frente al parque infantil. Ese día, el paseo con sus mascotas le costó cien euros.

Además, el Concello multó durante el año pasado a cuatro personas por no recoger los excrementos de sus perros, un número muy reducido de sanciones a juzgar por la gran cantidad de heces que pueblan las aceras de la capital y el adarve de la muralla. De hecho, las quejas ciudadanas por esta causa son una constante y la oposición criticó en más de una ocasión la «permividad» del gobierno local con este tipo de actuaciones.

El Concello de Lugo anunció el año pasado que había puesto en marcha una campaña entre el 10 y el 23 de abril para controlar precisamente que los dueños de los perros recogieran los excrementos de sus mascotas de la vía pública, pero únicamente se impusieron dos multas.

En estos dos casos, la sanción para los dueños de los canes también fue de cien euros. Y es que aunque la ordenanza municipal contempla importes de entre 60 y 750 euros como infracción leve, la entrada en vigor de la lei 8/2014 de Protección de Animais Domésticos e Salvaxes en Cautividade determina que se debe situar entre los 100 y los 500 euros. En cualquier caso, los infractores tienen derecho a una reducción del 20% sobre este importe siempre que renuncien a cualquier recurso en vía administrativa.

En casos graves, las multas llegan a 3.000 euros
La ordenanza municipal diferencia infracciones leves (dejar al animal suelto, no censarlo, o no recoger las heces), graves (causarles dolor, que molesten a los vecinos de noche o dejar suelto a un perro peligroso), y muy graves (tener un can peligroso sin licencia o su participación en peleas). En los casos muy graves, las multas van de 1.000 a 3.000 euros. En casos graves, el Concello puede retirar el can al dueño.