El gobierno municipal de Lugo ha adjudicado por 1.230.265 euros las obras de construcción del nuevo centro social de Lamas de Prado, que prestará servicio a unos 20.000 vecinos de los barrios de O Carme, A Cheda, Abuín-Abella y O Castiñeiro, según indicó la alcaldesa, Lara Méndez.
La empresa Prado Lameiro fue la firma seleccionada para ejecutar los trabajos, que tienen un plazo de un año. El proyecto tiene como base la construcción de un edificio en el que la madera tendrá especial protagonismo y de consumo energético cercano a cero. El centro social se asentará en una parcela municipal de 886 metros cuadrados que linda con las calles Aquilino Iglesia Alvariño y Fábrica de Abella y el Concello remarcó que el objetivo es integrar en un solo edificio "moderno e funcional" los distintos servicios que ahora se ofrecen en los distintos locales que tiene el Ayuntamiento en la zona y que, dice, ya se quedaron pequeños.
El nuevo centro social estará conformado por espacios polivalentes que sirvan para actividades de dinamización de todo tipo de colectivos, desde jóvenes a mayores, y que ayude también a la atención a los más pequeños y a la conciliación familiar.
El gobierno apuntó ayer que entre los objetivos del centro estará el de contribuir a dar una imagen de modernidad, innovación y mejora estética en la zona y reseñó de nuevo la apuesta por construir un edificio sostenible.
Así, la madera será el principal elemento estructural –en la línea del edificio Impulso Verde de A Garaballa– y el centro irá dotado también de paneles fotovoltaicos, lo que permitirá conseguir un consumo energético casi "cero".
El edificio estará rodeado por una zona verde, que permitirá separar el centro social del tráfico. En el aparcamiento contiguo se contemplan plazas de recarga eléctrica, señaló el Concello.
Se tuvo en cuenta también la ubicación y las horas de luz y, por ese motivo, la zona zona sur dispondrá de un cierre de láminas de madera para regular la incidencia del sol y controlar el confort climático interior, señaló el Concello.
Tendrá un salón de actos para 150 personas y la opción de abrir al exterior el escenario
El nuevo centro social tendrá dos plantas y un sótano, que funcionará de manera independiente. La planta baja tendrá una distribución flexible y albergará actividades recreativas y formativas.
La idea, según el gobierno local, es llevar allí actividades que favorezcan la convivencia intergeneracional y la conciliación familiar.
El espacio contará con tabiquería móvil para facilitar la adaptación a distintas actividades y está prevista una zona polivalente que se podrá usar como salón de actos para 150 personas, ludoteca, sala de conferencias, sala de lectura, de juegos, así como un área para gimnasia y baile, detalló el Concello.
La planta baja incorporará en la fachada oeste una abertura que permitirá invertir el sentido de funcionamento de la zona expositiva del centro y crear un espacio público que permita realizar actuaciones exteriores aprovechando los medios y el escenario del centro. Habrá también grandes ventanales para dar luz.
En la primera planta del edificio habrá también espacios para cursos y para actividades de recreativas, como baile, teatro o juegos.
El área de trabajo social se concentrará en esa planta del inmueble, donde se ubicarán servicios administrativos de asesoramiento y ayudas sociales. Trabajará allí un equipo interdisciplinar, con trabajadores sociales, educadores, animadores o auxiliares.
Modelo integrado
El nuevo centro integrará en un mismo edificio las actividades lúdicas y de dinamización con el trabajo estrictamente social, siguiendo un modelo que ya se aplica en el grueso de los centros sociales de la capital.
En Lamas de Prado ese tipo de servicios estaban dispersos hasta en tres edificios diferentes. El centro aspira a ser referente de varios de los barrios más populosos.
