El gobierno local anunció este viernes la licitación de las obras para construir la pasarela peatonal del Miño, proyectada para sobrevolar la N-VI a la altura del Ángel Carro. Se inició también el proceso para abordar la descontaminación de suelos de O Carme, con la eliminación de vertidos en la calle Vicedo. Se trata de proyectos del plan Dusi, con un presupuesto que supera el millón de euros.
En concreto, el proyecto de la pasarela tiene un presupuesto de 988.400 euros y un plazo de ejecución de seis meses a partir de la adjudicación. Las obras de descontaminación de O Carme se han presupuestado en 78.000 euros y deberán hacerse en un mes una vez contratadas.
La alcaldesa, Lara Méndez, informó este viernes en la comisión de seguimiento del plan Muramiñae de la firma de los decretos para sacar a contratación las obras de la pasarela, cuya construcción exige obtener autorizaciones tanto del servicio de Patrimonio de la Xunta como del Ministerio de Fomento. El Concello deberá, por tanto, esperar esas autorizaciones.
El reto es facilitar el paso de peatones y ciclistas hacia el río, defendió el gobierno
El plan del gobierno local es construir una pasarela sostenida en dos estribos de hormigón, circulares de 2 metros de diámetro, que servirán de apoyo a las rampas de acceso, metálicas y con trazado en espiral. Según el gobierno, durante las obras se ejecución se habilitarán descansos intermedios y se usará un pavimento antideslizante.
El gobierno detalló que se harán descansos, después de que, coincidiendo con el anuncio de la licitación, ACE-EU volviera a mostrar su rechazo y asegurara que el proyecto definitivo de la pasarela incumple los criterios de accesibilidad.
Así, según esa formación la pasarela que propone el Concello frente al Ángel Carro contempla rampas en un único tramo, sin los descansos intermedios que, asegura, establecen todas las normativas. Se prevén tramos continuos de 65 metros y 115 metros, cuando la longitud máxima por tramo permitida es de 10 metros, asegura la formación.
El reto es facilitar el paso de peatones y ciclistas hacia el río, defendió el gobierno.
