Operarios de una empresa contratada por el Concello de Lugo revisaron durante los dos últimos días el colector de saneamiento subterráneo que recorre los 560 metros de longitud de la calzada romana que une la urbe lucense con el barrio de A Ponte, en busca de algún tipo de problema estructural o desperfecto.
Por este motivo se mantuvo la prohibición de estacionar vehículos a motor en todo su recorrido. Aunque algunos ciudadanos se saltaron la señalización municipal y sus automóviles ocupaban distintos tramos de la calzada.
Equipados con cámaras específicamente diseñadas para trabajos de ingeniería subterránea, los operarios tomaron buena nota del estado actual de las entrañas de esta vía de origen romano antes de que las líneas de actuación del plan Dusi Muramiñae peatonalicen el trayecto. El objetivo es que la puerta de entrada en el barrio de A Ponte luzca su nueva imagen de cara al año 2021, cuando se espera una avalancha de peregrinos en el Camino Primitivo a su paso por la capital lucense debido a la conmemoración del Año Santo.
El gobierno local mantiene varios frentes abiertos. Por el momento solo se realizó una descontaminación del barrio de O Carme
La estrategia Dusi Muramiñae, forma parte de un ambicioso plan cofinanciado por la Unión Europea que tiene como meta que Lugo restaure el patrimonio histórico y natural que circunvala el río Miño en la capital provincial.
MEJORA DE ACCESOS. Este proyecto contribuirá a mejorar uno de los principales accesos peatonales desde el centro de la ciudad amurallada a la ribera del Miño; a reducir el tráfico rodado en el entorno del puente viejo, rehabilitado y peatonalizado, y a poner en valor el patrimonio romano.
El gobierno local mantiene varios frentes abiertos al respecto. Después del avance en la peatonalización de la Calzada da Ponte, otros proyectos de la estrategia Dusi avanzan a ritmo desigual. Por ahora solo se acometió íntegramente uno: una obra de descontaminación en O Carme.
