Los representantes del Concello de Lugo, encabezados por el concejal de urbanismo, Miguel Couto, accedieron este miércoles por fin al inmueble situado en el número 48 de la Ronda da Muralla, un edificio sobre el que pesan varios expedientes por su mal estado y su peligrosidad. Para acceder, eso sí, tuvo que solicitar los servicios de un cerrajero, dado que la propiedad, que había sido citada a las nueve de la mañana, tampoco compareció esta vez.
El área de urbanismo sostenible promovió la intervención subsidiaria para finalizar con la peligrosidad que entraña el estado de conservación de la vivienda y el objetivo que los funcionarios municipales y los operarios de la empresa contratada para realizarlos pudieran comenzar las operaciones.
"Ata aquí levamos máis de 15 anos de percorrido administrativo e xudicial. Máis dunha década de notificacións e requirimentos oficiais sempre coa mesma resposta por parte das titulares da construción: nula colaboración e unha actitude obstrucionista que durante todo este tempo non prexudicou á institución senón á veciñanza lucense á que se lle tivo que restrinxir a mobilidade pola zona na salvagarda da súa propia protección", lamentó Miguel Couto.
Las labores de estabilización de la estructura y demás trabajos están presupuestados en 48.173 euros, que luego se reclamarán a los propietarios.
