En poco más de tres años, el Concello de Lugo ordenó a más de 400 particulares que limpiaran y acondicionaran terrenos de su propiedad en estado de abandono. Las cifras vienen a confirmar una problemática que salta a la vista con un simple paseo por el municipio, ya que encontrar maleza invadiendo calles y aceras no es una tarea complicada.
Según los datos que hizo públicos el concejal de desarrollo sostenible, Daniel Piñeiro, en el año 2015 se incoaron un total de 162 órdenes de ejecución para limpiar fincas y solares privados, mientras que en 2016 se tramitaron 180 expedientes por este motivo.
Aunque el problema persiste, los datos revelan que va en descenso. De hecho, en 2017 se incoaron 66 expedientes y este año, entre enero y abril, se iniciaron únicamente 11.
En muchos casos, las órdenes de ejecución que envía el Concello son efectivas y los particulares limpian sus fincas para evitar una sanción económica. En 2016, de los 180 lucenses que fueron advertidos, 124 optaron por adecentar sus terrenos.
El año pasado, sin embargo, la cifra de ciudadanos que siguieron las indicaciones del gobierno local no llegó ni a la mitad, ya que de los 66 expedientes abiertos solo se resolvieron 27. Este año, de las 11 órdenes enviadas hasta finales de abril, siete ya se cumplieron.
Algunas veces, el Concello se encuentra con un problema añadido, ya que se desconoce quien es el titular del terreno y resulta muy difícil indagar y localizar al propietario. Cada año quedan pendientes alrededor de una decena de casos por este motivo.
Tanto si el dueño del terreno no aparece, como si no actúa a pesar de las advertencias y existe un riesgo para la ciudadanía, el gobierno local puede tomar cartas en el asunto y limpiar los terrenos, aunque posteriormente le reclame los costes al responsable.
A finales del pasado año se dieron varias situaciones de este tipo. Según explicó Daniel Piñeiro, desde que se aprobó el bando municipal para prevenir incendios -a raíz de la oleada de fuegos registrada en el mes de octubre en la comunidad gallega-, el Concello limpió de forma subsidiaria siete fincas, una de ellas en Eloi Maquieira, junto a Agro do Rolo. Además, están en estudio otros 30 casos similares, la mayoría de ellos en la zona rural.
QUEJAS. Al margen de la vigilancia que realiza la Patrulla Verde de la Policía Local, muchos de los expedientes para instar a los particulares a limpiar terrenos se tramitan a raíz de las quejas vecinales. Vivir al lado de un solar abandonado no es plato de buen gusto y muchos ciudadanos no dudan en presentar una queja oficial ante Concello.
Una de las últimas fue registrada el pasado 25 de abril por vecinos de la Rúa Castelao. Los residentes mostraron su malestar por la «falta de respuesta» a otra queja previa que habían presentado en enero, en la que exigían la limpieza de una finca situada en la Rúa Escalinata da Estación número 1, en la esquina con la calle Miguel de Cervantes, colindante con la Rúa Castelao. Los afectados piden que se limpie esa parcela «a la mayor brevedad».
Y no son los únicos vecinos que esperan soluciones, ya que los residentes del barrio de A Milagrosa, Montirón, Sanfiz, Rúa Pontevedra y República Argentina, entre otras zonas, también reclamaron a los dirigentes municipales que se preocupen «un poco más» por el estado de abandono de algunos solares.
Las protestas de los vecinos no se limitan a terrenos de titularidad privada, sino que se extienden también a espacios públicos y rotondas. El pasado mes de abril, por ejemplo, la comunidad de vecinos del edificio número 217 de la Avenida da Coruña presentó una reclamación por el mal estado de un solar de propiedad municipal situado en la parte trasera de dicho inmueble, en la Avenida Reverendo Xosé Fernández Núñez.
Ese terreno -pensado para ser habilitado como aparcamiento público- lleva varios años abandonado y los vecinos señalan que está repleto de maleza y que las vallas que lo rodean están bastante torcidas y ocupan ya parte de la acera, lo que supone un peligro.
Los lucenses protestan también por el deterioro de algunas zonas verdes, como el parque de Paxariños, la ubicada en las inmediaciones del centro comercial As Termas, o la del polígono de As Gándaras, con basura acumulada en las papeleras y maleza entre los juegos infantiles y los aparatos de gimnasia para mayores.
En este polígono, las rotondas también están totalmente descuidadas, al igual que sucede en las del barrio de Abella y en algunas de la zona de Paradai.
