El Concello de Lugo amplía a 500 las analíticas anuales que se realizarán para garantizar la calidad del agua de la traída municipal con la licitación del nuevo contrato, que este miércoles aprobó la junta de gobierno. En concreto, hacía 46 del suministro que llega a los domicilios, el mínimo fijado para una ciudad con la población de Lugo, y ahora el área de medio ambiente ha establecido que se incremente hasta 63.
La empresa que resulte adjudicataria deberá asumir un mínimo de 12 controles y 2 analíticas completas al año de los depósitos de almacenamiento de O Ceao; 18 controles y 4 analíticas en los de Marcelle y 43 controles y 4 análiticas en la red de distribución.
Sobre las 75 fuentes y manantiales no conectados a la traída se ejercerá un control trimestral de cada una, en la que se tendrá en cuenta una docena de parámetros. La concesionaria deberá tomar muestras, recoger información del estado de los accesos, de su limpieza y de elaborar una base de datos al respecto. También tendrá que vigilar y reponer los carteles que facilite el Ayuntamiento.
Con relación a las piscinas municipales, se tuvo en cuenta para su estudio el período de funcionamiento de los vasos, ya que los tres exteriores de Frigsa solo permanecen abiertos en julio y agosto, mientras que los climatizados, en Frigsa y As Pedreiras, dan servicio once meses al año. En total, se harán 45 análisis, además de las lecturas diarias que debe llevar a cabo el personal de las instalaciones. Del agua se vigilará el PH, transparencia y turbiedad, el cloro libre y residual y del aire, la humedad relativa, temperatura y CO2.
La licitación tiene un importe de 19.126 euros más Iva y el contrato será dos años, prorrogable por otros dos.
