Comienza la restauración del atrio de la catedral de Lugo para hacerlo accesible

La empresa Resconsa trabaja desde la mañana de este lunes en el espacio diseñado por Ferro Caaveiro en el siglo XVIII
Obras en el atrio de la catedral. SEBAS SENANDE
photo_camera Obras en el atrio de la catedral. SEBAS SENANDE

La empresa Resconsa comenzó en la mañana de este lunes la obra del atrio de la catedral de Lugo para hacer accesible este espacio a personas que van en sillas de rueda o con otros apoyos técnicos. Es una intervención muy esperada, ya que ahora el acceso a la basílica resulta complicado para estos ciudadanos. En una de las puertas hay una rampa, pero llegar hasta ella no es fácil debido a que las piedras son irregulares, están rotas y hay huecos entre ellas.

Los trabajos serán cofinanciados por la Diputación de Lugo y se llevan a cabo bajo control arqueológico. Se trata de una zona con gran valor en su subsuelo. A pocos metros está la Domus do Mitreo, uno de los lugares de ofrenda al dios Mitra más relevantes de todo el mundo y el más occidental hallado hasta ahora. Del otro lado, en el claustro de la catedral, también se destaparon en el último año restos arqueológicos de varias épocas.

Todavía no está decidido si se conservará todo el empedrado artesanal del atrio

El proyecto de accesibilidad del atrio todavía no está definido, según indicó su director de obra, el arquitecto José María Alonso. En un primer momento se barajó hacer una especie de pasillos, pero es probable que se acabe interviniendo en toda la superficie, para restaurar las piedras que están en mal estado y recolocarlas. 

Se trata de uno de los pocos pavimentos artesanales que quedan en la ciudad, y con una buena restauración y recolocación de las piedras, el firme sería accesible igualmente, en opinión de algunos especialistas. Las piedras son de tamaño irregular. Las hay de 45 centímetros de ancho y 1,20 metros de largo.

Aunque es probable que el atrio fuera sometido a algunos arreglos a lo largo de su historia, en esencia se conserva tal y como lo construyó Ferro Caaveiro a finales del siglo XVIII, con una gran bancada todo alrededor, ya que se concibió no solo como una parte relevante del acceso a la catedral sino como espacio de encuentro social. Como parte del templo, el atrio es Bien Mundial y está situado justo enfrente a otro, la muralla.

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