La Xunta ha anunciado el inicio de la última fase de las obras de demolición de los edificios que formaban parte del complejo del viejo Hospital Xeral, en el barrio de A Residencia, y una vez derribado el edificio de hospitalización ahora le tocará el turno a la lavandería y a la antigua central térmica.
La Consellería de Sanidade ha iniciado este martes esas obras, con la firma del acta de replanteo, unos trabajos que cuentan con un presupuesto de 301.827 euros, cantidad que se suma a los 3,2 millones de euros que costó derribar el pabellón central del Hospital Xeral.
El Sergas le ha encargado estos trabajos de demolición a la empresa pública Tragsa, que tiene un plazo de ejecución de tres meses para completarlos.
Las obras comenzarán el miércoles, con el vaciado de los inmuebles y el vallado de todo el perímetro, para continuar en las próximas semanas con la retirada de los depósitos de fuel y la demolición de ambas edificaciones.
Esas dos edificaciones están situadas en la esquina suroeste del antiguo complejo, en la confluencia entre las calles Serra de Outes y Orquídea, en Lugo, y datan de los años 70.
