La colocación de aparcabicis y bancos inteligentes completa el carril bici

El proyecto estrella del Concello para cambiar la movilidad le quedan ya pocas semanas tras varios reveses en el pintado
César Pérez, jefe de obra, este martes en A Volta da Viña. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera César Pérez, jefe de obra, este martes en A Volta da Viña. VICTORIA RODRÍGUEZ

La construcción del carril bici de Lugo entra en su fase final con "reparaciones y modificaciones puntuales", explica el jefe de obra, en calles como Marqués de Ombreiro, Germán Alonso y Volta da Viña y con la colocación de 350 aparcabicis y de cuatro bancos inteligentes. Estos permitirán recargar las bicis eléctricas mientras los usuarios descansan.

Los aparcabicis, algunos cubiertos y otros no, se ven ya en muchos puntos del itinerario y en "zonas de influencia", define el gobierno local, como el entorno del parque Rosalía de Castro, donde hay cinco. La concentración de estas estructuras en este lugar (dos cerca de los juzgados, dos a la entrada del Parque y otro por la parte trasera, al inicio de Frai Plácido Rei Lemos) resulta llamativa a ojos de algunos ciudadanos. En el acceso al antiguo hospital San José hay otro, al igual que frente al colegio y al fondo de la Rúa Santiago.

La obra del carril bici se adjudicó en enero del 2021 a Taboada y Ramos con un plazo de seis meses, pero todavía tardará unas semanas en estar a punto. La empresa lalinense se ocupa de la obra más física (colocación de separadores, adecuación de aceras, habilitación de aparcamientos...) y subcontrató el pintado a la gijonense Impercanal, especializada en la aplicación del material propio de esta vías (el Composan). Hizo el carril bici de Vigo, por ejemplo.

La dificultad para aplicar la pintura fue uno de los motivos que retrasó la obra, explica el responsable de la misma, César Pérez. Se dieron cinco capas y entre una y otra tenían que pasar días para que secasen. Calles sombrías y húmedas y peatones y conductores que pisaban antes de secar hicieron la tarea interminable en algunos lugares.

Este problema se daba sobre todo los fines de semana, cuando los ciudadanos retiraban las cintas con las que se balizaba, que luego fueron sustituidas por vallas móviles, con el mismo resultado, pero también en días laborables. En Río Navia y Río Ulla, ya terminadas, hay conductores que pasan por encima de las barreras de separación para aparcar sobre el carril.

La supresión de plazas de aparcamiento es, reconoce Pérez, "el talón de Aquiles" de este carril, a pesar de que se hicieron cambios allí donde fue posible para que el impacto fuera menor, como en Marqués de Ombreiro y Saúde. En A Residencia y O Castiñeiro, el Concello también hizo aparcamientos disuasorios. Estima que en total no se perdieron mucho más de cien plazas en 14 kilómetros. El PP eleva la cifra a 300.

Cómo se llega hasta el centro
El carril bici se cofinancia con fondos europeos destinados a la mejora de la zona norte y oeste de la ciudad y a su conexión con el río y eso condicionó el trazado.

Barrios
El gobierno defiende que conecta ocho barrios entre sí y con el río, pero existe escepticismo sobre el uso que tendrá por la pendiente y porque a priori no está dentro de los itinerarios más habituales.

O Carme, enlace
Tras el cruce de O Carme, en apariencia conflictivo, y República Argentina enlazará con el hasta ahora único y poco usado carril urbano, el de Fingoi. Al centro llega por la Rúa Santiago y la Rúa Anduriñas.

 

Las marquesinas irán a zonas de larga estancia, como colegios y área deportivas

Los 350 aparcabicis se reparten por todo el área Edusi y en las zonas donde se prevén estancias largas se complementan con marquesinas que permiten proteger las bicicletas de la intemperie. Estas se colocarán en zonas como colegios, áreas comerciales, entorno fluvial o espacios deportivos.

Estarán, en concreto, delante del Ángel Carro, del Pazo de Feiras, del Club Fluvial, del instituto Leiras Pulpeiro, junto a los colegio de Casás, Menéndez Pelayo o Divino Maestro, en la Praza de O Castiñeiro y en las calles Portugal, Mondoñedo, Camiño Real (delante del colegio Divina Pastora), en la confluencia de Marqués de Ombreiro con Ronda del Carmen, en el Paseo del Miño (en las inmediaciones de la Fábrica de la Luz), en la explanada de aparcamiento de O Palomar (2) y en las inmediaciones de la nueva playa fluvial (2).

Cada marquesina tendrá capacidad para diez plazas.

El resto de aparcabicis quedarán al descubierto y, en algunos casos, los modelos serán diferentes a los que ya se están colocando, para que se adapten a las condiciones que pone Patrimonio para respetar entornos protegidos.

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