Colectivos y colegios podrán optar a cultivar los nuevos huertos del Rato

La Diputación cerró la reorganización de las fincas cultivables. Hay 150 parcelas en el paseo del río y otras 34 en Paradai
La nueva ordenación de los huertos, ya concluida. XESÚS PONTE
photo_camera La nueva ordenación de los huertos, ya concluida. XESÚS PONTE

Los huertos del Rato están listos para empezar a ser cultivados y el inicio de la producción solo depende ya de que se adjudiquen a los nuevos usuarios, un proceso que la Diputación calcula que puede tener realizado en abril.

La reorganización del espacio ha supuesto la creación de parcelas homogéneas en el Rato, donde se ha pasado de 104 huertos a 150. En Paradai, donde se ha llevado a cabo el mismo proceso de reordenación, pasará a haber 34 espacios cultivables donde antes había 25.

La adjudicación de las parcelas está pendiente de la aprobación definitiva del reglamento elaborado por el organismo provincial y que permite ahora que los espacios de cultivos puedan ser aprovechados por colectivos, y no solo por particulares, como ocurría con anterioridad.

Ese cambio puede permitir, por ejemplo, que los colegios puedan solicitar espacios cultivables, ya que el reglamento no solo contempla aprovechar esos terrenos para producir alimentos, sino que también propone objetivos como el de fomentar una alimentación y hábitos de vida saludables u ofrecer a los usuarios conocimientos sobre buenas prácticas agrícolas.

El reglamento para su uso especifica que no se podrán vender los alimentos allí cosechados y se veta el cultivo de plantas invasoras

Con ese fin, la Diputación va a contratar una empresa que se encargará de tareas como impartir cursos de formación a los usuarios o repartir las herramientas. Aunque se recurra a una firma, la gestión seguirá dependiendo de la Diputación. Previamente, esta labor estuvo en manos de la Federación de Vecinos desde la creación de los huertos urbanos.

La adjudicación de las parcelas, que será gratuita, se hará por un plazo de dos años, según se contempla en el reglamento en fase de aprobación.

La previsión es que cualquier ciudadano pueda solicitar un terreno, salvo quienes tengan fincas en el municipio de Lugo susceptibles de ser cultivadas.

La idea es fomentar a partir de esos terrenos una producción de carácter ecológico. Solo se podrán cultivar plantas para el consumo humano y con destino a la familia, de forma que no se podrán vender las producciones. El nuevo reglamento también advierte específicamente de la prohibición de sembrar plantas psicotrópicas o prohibidas por la ley y también aquellas que estén declaradas como invasoras.

El reglamento está en fase de exposición pública hasta finales de este mes de febrero y, si no hay alegaciones, quedará ya definitivamente aprobado.