No es la primera vez, ni probablemente será la última. La colaboración ciudadana frustró este jueves otro intento de okupación de una casa deshabitada en la capital lucense. Fue en el número 37 de la Rúa Lamas de Prado, un inmueble que se encuentra próximo a la calle Mondoñedo. Cuando a primera hora de la mañana los vecinos vieron que dos personas forzaban la cerradura de la puerta del garaje del edificio, que consta de bajo y dos plantas altas, alertaron rápidamente a la Policía Nacional.
Pasadas las nueve de la mañana dos patrullas acudieron al lugar. Esa presencia de las fuerzas de seguridad en el inmueble tuvo un efecto disuasorio. Los okupas depusieron su actitud y pusieron pies en polvorosa.
Los vecinos ya estaban con la mosca detrás de la oreja. La pareja que iba en un camión que aparcó el miércoles por la noche en las inmediaciones de la casa que estuvo a punto de ser allanada levantó sus sospechas. Advirtieron que los usuarios de ese vehículo tienen una relación estrecha con la familia que okupó a principios del pasado mes de agosto una casa con finca en la Rúa Monte da Casilla, sita en el barrio de Albeiros, en las inmediaciones del polígono industrial de O Ceao.
Los afectados sospechan que pueden ser familiares de las personas que allanaron este verano un inmueble en el barrio de Albeiros
En Lamas de Prado y su entorno se aprecia una especial sensibilidad entre los vecinos con el problema del allanamiento de viviendas debido a que hay muchas que son antiguas y que se encuentran abandonadas.
Como sucedió ayer en Lamas de Prado, la intervención de los vecinos también impedía la semana pasada el allanamiento de un piso en la Avenida da Coruña, en el barrio de Garabolos, en el que ya se había registrado un incendio hace unos meses, atribuido a unos okupas, y cuya puerta tenía un precinto policial.
La Plataforma SOS Milagrosa-Lugo Norte aprovechó el fallido intento de allanamiento del inmueble de la calle Lamas de Prado para reiterar su demanda de que el Gobierno cambie la ley, ya que asegura que la Policía "está atada de pies y manos" si el afectado presenta denuncia varios días después de la okupación. "Los vecinos no pueden estar todos los días vigilando para evitar que entren a la fuerza en las casas que están vacías", afirmaba un portavoz de este colectivo, Fernando Toubes. Considera que debería bastar con que los infractores no puedan presentar un documento oficial que acredite su propiedad o el alquiler del inmueble al que han accedido para que tengan que abandonarlo.
La Plataforma SOS Milagrosa-Lugo Norte vuelve a solicitar que se cambie la ley para remediar los allanamientos
El portavoz de la Plataforma SOS Milagrosa-Lugo Norte afirmaba, por otra parte, que "no es de recibo" que, como sucedió en el caso de la Rúa Monte da Casilla, se permita a los okupas instalar una alarma en la vivienda que acaban de allanarlo. "Además de no poder echarlos, no se les pueden facilitar recursos para que se puedan quedar", indicaba Fernando Toubes.
Esta activa asociación, que se constituyó a principios de este año, volvió a incidir en que el de la okupación es uno de los principales problemas sociales que afecta a A Milagrosa y a zonas aledañas, como el barrio Feijoo.