Galicia, la tierra de las mil y una verbenas, recupera este verano pausadamente y con limitaciones el pulso de las fiestas populares. Coeses es una de las primeras parroquias del municipio de Lugo que no ha querido desaprovechar la desescalada en el ocio nocturno. Este fin de semana celebra sus patronales.
"A xente desexaba oír música en directo. Temos ata peticións de Palas de Rei para asistir", explicaba este sábado el presidente de la comunidad de montes de la parroquia y de la comisión organizadora de las fiestas, José Lence.
Las verbenas de la pandemia, que ya no son de masas porque tienen un aforo máximo de 1.000 asistentes, se parecen más a un macrofestival que a las tradicionales fiestas populares debido a los controles de acceso establecidos.
El campo de la fiesta tiene que estar delimitado perimetralmente. En Coeses, que dispone de uno con una superficie de más de 6.000 metros cuadrados -casi como un campo de fútbol-, lo está con chantos y vallas.
Hay que habilitar un acceso para entrar y otro para salir, supervisado por vigilantes de seguridad privada. En la sesión vermú del sábado estaban cuatro profesionales y en la verbena nocturna seis.
Acondicionaron dos aseos, uno para hombres y otro para mujeres, que limpian cada cuarto de hora, y una caseta covid por si se detecta algún caso.
En el campo de la fiesta no se puede fumar y es obligatorio el uso de mascarilla y mantener la distancia de seguridad. Los convivientes sí puedan bailar pegados.
De los 25.000 euros de que disponen para organizar estas fiestas en Coeses, más de 5.000 los destinaron a costear los protocolos de seguridad.
Un registro. Previamente los ramistas identificaron, con nombre, apellidos y número de teléfono, a los vecinos que asistían a la fiesta, a los que les colocaron una pulsera anaranjada.
Pese a la interminable lista de requisitos y a que 24 horas antes el Concello suspendió la celebración al interpretar que la norma sanitaria impedía la fiesta (corrigió la decisión en horas), en Coeses tenían claro que ''había que tirar para adiante'', según explicaba José Lence.
En esta primera jornada de las fiestas en honor a Santa María Magdalena, tras la misa, que se celebró en el templo con un aforo limitado a 57 personas, comenzó la verbena, amenizada por D"Nica Music. El trío lucense compartía escenario por la noche en la verbena con la orquesta Marbella.
La sesión vermú y la verbena de este domingo correrán a cargo de Arizona, grupo que sustituyó a última hora a otro que se dio de baja, tras conocer la suspensión inicial del Concello.
