Una ciudad de brocha muy gorda

Del centro a los barrios, los grafitis dominan el paisaje urbano y dan imagen de degradación. El BNG critica la falta de reacción y limpieza

Pintadas en un muro en Lugo. EP
photo_camera Pintadas en un muro en Lugo. EP

Hay muchas formas de feísmo y las pintadas burdas son una muy habitual en Lugo. Los propietarios se quejan frecuentemente de la impunidad con la que actúan los grafiteros, que suelen ser incontenibles y emborronan cualquier muro que pillan a su paso. Sea por diversión o por un espíritu de protesta, como se vio este martes al paso de una manifestación, al final es la imagen de la ciudad y el bolsillo de unos pocos quienes pagan los desmanes.

Pintada en un garaje en Lugo. EPEl problema es viejo y constante y hasta ahora la única solución eficaz que han encontrado muchos propietarios es la de encargar murales a auténticos artistas del grafiti.

Pero esa es una opción minoritaria y al final son muchos los propietarios que se encuentran sus propiedades inundadas de borrones de brocha gorda.

En una ciudad donde el feísmo también pasa porque haya muchas construcciones con muros sin revocar ni pintar, la impunidad con que se mueven los grafiteros hace que a muchos propietarios tampoco les compense adecentar las fachadas.

Del problema se hizo eco el BNG, que puso como ejemplo la situación que se da en el barrio de A Cheda, donde los propietarios sufren pintadas de dudoso gusto sin que el Concello haga nada, se lamentó el portavoz municipal de la formación, Rubén Arroxo.

Pintadas en Lugo. EPEl concejal reclamó "mecanismos" al Concello para corregir la situación y también que se mejore la información a los afectados, que en teoría pueden reclamar la limpieza de las pintadas en puertas y fachadas. Aunque el Ayuntamiento ofrece ese servicio, en este momento se está dando una respuesta eficaz, remarcó Arroxo.

Es necesario un plan de concienciación, limpieza y vigilancia, demandó el portavoz nacionalista, que consideró necesario establece un protocolo de actuación para corregir la situación.

Pintadas en una pared en Lugo. EPComo muestra de que el servicio municipal no está funcionando, el edil nacionalista señaló el hecho de que en 2016 solo se hicieron diez limpiezas de fachadas afectadas por pintadas, pese a la evidencia de que toda la ciudad está llena de borrones dejados por los grafiteros.

Por otra parte, la ordenanza de civismo que está preparando el Concello permitirá actuar contra los grafiteros. Sin embargo, la realidad prueba que pocas veces se pilla a los autores de esos dibujos burdos con las manos en la masa.

El resultado es que incluso el centro de la ciudad está plagado de espacios pintarrajeados. Espacios en cuya rehabilitación se invirtió mucho dinero, como la plazuela creada en Santo Domingo son un ejemplo de la rápida degradación que puede sufrir un espacio público cuando toman el control de una zona los vándalos.