Cientos de personas se congregaron este martes en la capilla del Carmen de Lugo para celebrar el día grande de la Virgen. La numerosa presencia de devotos obligó a la organización a colocar sillas y dos pantallas de televisión en el exterior de la iglesia para que los fieles que no pudieron entrar en la pequeña capilla pudieran seguir los oficios.
Las misas comenzaron ya por la mañana, con la celebración de varios oficios cada hora desde las nueve a las doce. También estuvo expuesto el Santísimo.
La liturgia principal, celebrada a las ocho de la tarde y que puso fin a la novena celebrada desde el lunes de la semana pasada, estuvo presidida por el obispo de Lugo, monseñor Carrasco Rouco, y fue acompañada por el coro Cantabile, llegado desde A Coruña para participar en esta festividad.
Al remate de la misa, la imagen de la virgen del Carmen fue arropada por los feligreses que la acompañaron en la procesión, que este año amplió su itinerario. El desfile, amenizado por el grupo de gaitas Nubeiro, se desarrolló por la Rúa do Miño, la Praza do Campo, la Rúa Nova y la Praza da Soidade. El coro Cantabile también interpretó una composición en honor a la Virgen.
A la celebración acudieron la subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez; la alcaldesa, Lara Méndez, varios concejales y los hermanos mayores de las demás cofradías de Lugo.
Este año, además del recorrido ampliado y las instalaciones para los feligreses que no pudieron entrar, se incorporaron varias novedades. Los costaleros que portaron la imagen de la Virgen y los que llevaban la cruz y los dos ciriales lucieron túnicas blancas y escapularios. Además, las mujeres cofrades acompañaron a la talla ataviadas con mantilla y peineta.
