Científicos prueban ante la UE la eficacia ambiental de medidas del Lugo+Biodinámico

El balance ecológico global de las plantaciones realizadas en la zona norte de la ciudad es positivo
Visita de alumnos a las plantaciones en el marco del proyecto Lugo + Biodinámico. EP
photo_camera Visita de alumnos a las plantaciones en el marco del proyecto Lugo + Biodinámico. EP

Un equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha estudiado el impacto ambiental de varias de las acciones ya desarrolladas o en planificación del programa Life Lugo+Biodinámico y ha demostrado, con datos cuantitativos, su contribución a la mitigación del cambio climático.

El trabajo ya fue remitido a la UE, que exige conocer el beneficio de las acciones que cofinancia, y está validado por la comunidad internacional tras ser publicado en la revista Urban forestry & Urban greening, referencia en el sector, según indica el profesor de la UPM Luis Ruiz, codirector del trabajo.

El equipo universitario calculó la huella ecológica, la biocapacidad y el almacenamiento de CO2 de las acciones de "naturación urbana" que forman parte del proyecto que se desarrolla desde Garabolos hacia los polígonos industriales de O Ceao y As Gándaras y entre estos dos.

Son un "bosque urbano" formado por frondosas autóctonas que tienen, entre otros objetivos, el de demostrar la capacidad de producción de madera como elemento estructural para la construcción; una plantación de cultivos energéticos para la obtención de biocombustibles de elevada eficiencia; un bosque de castaños de variedades tradicionales y un arboretum con 55 especies árboreas y arbustivas de los distintos hábitats gallegos.

En el estudio también se estimó el impacto que tendrán los huertos que está previsto crear en esa zona.

El estudio puso de manifiesto que el arboretum es la acción que mejor balance ecológico presenta. Se mide en hectáreas globales y en este caso es superior a 1. Este indicador resulta de comparar la biocapacidad de un territorio —el potencial de proveer recursos naturales y servicios— y la huella ecológica, que mide la demanda de recursos que tiene una población y la superficie ecológicamente productiva que es necesaria para generarlos.

Las plantaciones de frondosas y de castaños también tienen balance positivo —entre 0,4 y 0,5 Gha—, el de los cultivos energéticos es negativo y el previsto para los huertos es inferior a 0,1 Gha. "El balance ecológico global es positivo (1,85Gha), por lo que se demuestra la efectividad de las acciones en la mitigación del cambio climático, compensando una buena cantidad de emisiones de CO2", explica Ruiz.

El profesor señala que en el estudio se analizó no solo el impacto que tienen estas acciones sino que se tuvieron en cuenta aspectos como el gasto energético realizado para hacer las plantaciones, desde el combustible utilizado hasta la distancia desde la que se trajeron los materiales y las plantas. Ruiz destaca que estas plantaciones no solo mitigan las emisiones de dióxido de carbono en una zona con dos polígonos industriales y mucho tráfico, sino que contribuyen a reducir la contaminación acústica y a aumentar la biodiversidad.

En la zona también está el humedal de As Gándaras, donde se hicieron limpiezas y para el que se espera la declaración de Espazo Natural de Interese Local.
 

Recomendaciones de aspectos a mejorar
El estudio realizado por la UPM también hace recomendaciones para mejorar el beneficio de estas "infraestructuras verdes", como son el uso de maquinaria más eficiente, minimizar el transporte de insumos como tierra, abonos y otros materiales y reducir el uso de fertilizantes y del agua para riego, a través de medidas que mejoren el aprovechamiento de agua de lluvia. La construcción del barrio ecológico de A Garaballa y del edificio Impulso Verde, con estructura de madera, jardines verticales y otras medidas eficientes, son proyectos pendientes.