De la chochona al patinete eléctrico

Tómbolas y bingos perduran en el tiempo y se consolidan como uno de los grandes reclamos del ferial
Una de las animas tómbolas de San Froilán y público. V. RODRÍGUEZ
photo_camera Una de las animas tómbolas de San Froilán y público. V. RODRÍGUEZ

Entre barraca y barraca, las tómbolas y bingos se hacen un hueco en el recinto ferial y su presencia no pasa desapercibida. De hecho, estas atracciones han resistido el paso del tiempo y se han consolidado como uno de los grandes reclamos del recinto ferial. Desde el arranque de las patronales, estos puestos han sido prácticamente siempre los primeros en abrir y los últimos en echar el cierre. Uno de los más concurridos es el bingo de la Praza de Avilés, que pasadas las doce de la noche continúa sorteando regalos ante un público que se resiste a marcharse con las manos vacías.

Y en las tómbolas –como en la de El Cubo o en la de los Hermanos Cachichi– la expectación no es menor. En todas ellas, los premios se han ido ajustando a los tiempos y tanto la muñeca chochona como el perrito piloto han dado paso a todo tipo de artículos tecnológicos, incluidos los patinetes eléctricos, convertidos en el premio estrella del San Froilán 2021. Donde no se ha cambiado ni un ápice la tradición es en la Tómbola del Jamón, que sigue deleitando a sus clientes más afortunados con la tan ansiada pata de cerdo.

Los premios son el principal reclamo de este tipo de atracciones, pero parte del éxito se debe sin duda a quienes se dirigen al público tras el micrófono, ya que son capaces de convertir el juego en espectáculo. "¿Qué prefieres, una cámara acuática o la caja sorpresa? ¿Y dos cámaras? ¿Y tres?..." Le ofreció hasta siete durante 20 minutos y el chico escogió la caja. Dentro, había una cámara.

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