La chica supuestamente arrojada de la muralla no recuerda nada del momento de la caída

Se investiga si las lagunas de memoria pudieron deberse a la caída o a una sumisión química, porque el último recuerdo de la mujer es el de estar en un pub con el detenido por el suceso ► El posicionamiento de los teléfonos es clave

Primera asistencia a la joven tras la brutal caída desde la muralla. EP
photo_camera Primera asistencia a la joven tras la brutal caída desde la muralla. EP

La joven que estuvo a punto de morir tras una caída de unos diez metros desde el adarve de la muralla no pudo confirmar en su declaración ante la jueza de instrucción que hubiera sido empujada por el sospechoso del ataque ni por ninguna otra persona. Según pudo saber El Progreso de fuentes próximas a la investigación, la chica asegura tener lagunas de memoria sobre lo sucedido aquella noche del 30 al 31 de octubre y no ha podido recordar hasta ahora nada del momento de la caída y sus circunstancias.

Sí que recuerda, por ejemplo, que estuvo con el hombre investigado esa noche de copas por el caso viejo, pero sus recuerdos, aseguran las mismas fuentes, se cortan en el último pub en el que fueron vistos.

Ver más: El abogado de la joven agredida en la muralla apunta a un posible "componente de odio"

Hay que recordar que el investigado, un hombre de 24 años y origen rumano aunque afincado desde hace muchos años en España, no negó en ningún momento que esa noche hubieran estado juntos, aunque sí aseguró que él ni siquiera llegó a subir al adarve con la mujer, una joven trans de 23 años que huyó de Colombia con su familia precisamente para no ser perseguida por su identidad de género. En un primer momento, la familia de la víctima apuntó a esta circunstancia para considerar el suceso un ataque transfóbico.

También la Policía Nacional apuntó en sus primeras investigaciones a esta posibilidad, hasta el punto de que el hombre fue detenido y acusado de un supuesto delito de homicidio en grado de tentativa, acusación por la que mantiene la obligación de ir a firmar al juzgado y una orden de alejamiento de la mujer.

Esta parece que sí tiene momentos de claridad respecto a algunos momentos de esa noche, pero no respecto al momento clave. Se barajan las posibilidades de que estos problemas sean debidos a algún golpe en la cabeza en la caída o bien que pudiera estar provocados por el uso de algún tipo de sumisión química. En este sentido, todavía se esperan los resultados de los análisis de las muestras tomadas cuando la mujer ingresó en el Urgencias con heridas de gravedad.

Ver más: La familia de la joven arrojada desde la muralla: "Intentó matarla por ser transexual"

Además, la jueza de instrucción 2 trata de rellenar estas lagunas en la memoria de la chica con otras actuaciones, como las posibles imágenes de cámaras de seguridad de la zona, si bien no se espera mucho de esta diligencia por que apenas las hay en la zona del adarve desde donde cayó, cerca de la Praza do Ferrol.

Sí que se espera que arroje algún dato más certero el análisis del posicionamiento de los teléfonos móviles de víctima y sospechoso en el momento del suceso, aunque en este caso todo dependerá de la precisión: si es posible situar el teléfono del hombre justo encima del adarve, donde él dice que no llegó a subir, y no solo cerca.

Acerca de las diligencias, también se tomó declaración en los últimos días al primer policía local que llegó hasta donde estaba tirada la chica, en un patio de la ronda interior. Al parecer, este afirmó que en ningún momento la mujer dijo que la habían tirado. Este lunes estaba prevista la declaración de su compañero, pero se suspendió.
 

Todavía no sabe si le quedarán secuelas
La joven herida en la caída desde el adarve abandonó ya el hospital Lucus Augusti, aunque sigue pendiente de constantes revisiones para vigilar su estado. De hecho, todavía no sabe si le quedarán secuelas físicas a medio o largo plazo a causa de las heridas, que la mantuvieron muchos días en la Uci.

Además de las fracturas en brazo, pierna izquierda y esternón —que le causa serios problemas respiratorios—, preocupa cómo evolucionarán las heridas en las vértebras, si bien de momento no parece haberle afectado al movimiento de los miembros.

Lo que, según fuentes cercanas a la chica, puede ser todavía más complicado es la recuperación de su ánimo, ya que "a nivel emocional está destrozada".

No se puede olvidar que la mujer pasó varias horas conscientes tirada en el patio interior de la muralla, hasta que un ciudadano pasó por el lugar a primera hora de la mañana, escuchó los débiles gritos de auxilio y pudo avisar a Emergencias.