El paisaje del casco histórico ha cambiado y luce ahora con una sucesión de carteles de "Se alquila". Prácticamente no hay calle que no tenga un local vacío y algunas muestran una elevada concentración de ellos, algunos sin ocupar desde hace mucho tiempo.
"Es verdad que antes tenían una salida mucho más rápida. Algunos se alquilaban en cuestión de días o incluso tenías ya clientes preguntando cuando sabían que un comercio se cerraba o traspasaba. Ahora, en algunos casos, pueden pasar meses", explica Javier López Jato, delegado territorial de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios en Galicia y gerente de Futura.
Cita San Pedro -donde el espacio en el que se encontraba la joyería Refojo lleva nueve meses esperando otro ocupante- como la calle con mayor densidad de locales vacíos y un vistazo lo confirma: hay hasta trece.
En San Pedro se encuentran trece locales cerrados
Aunque algunos de los propietarios de establecimientos en el casco histórico han ajustado los precios a la baja, no todos contemplan esa flexibilidad. "Hay de todo en precios. Hay locales muy baratos y otros que no se bajan de la burra, que piensan que estamos en las mejores épocas. Hay propietarios muy inmovilistas, les da igual dejar el local sin alquilar. Hay otros que ceden y alquilan", explica José Luis Pérez, presidente de la asociación de comerciantes del casco histórico, Lugocentrum, al que asombra la dinámica de alquileres en el mercado lucense.
"Por lógica, los locales en el centro están muy cotizados y son difíciles de encontrar. Pero en Lugo pasa al revés, sobran locales, cada vez hay más vacíos. Esto pasa por por políticas económicas y la competencia de internet", concluye.
Por su parte, el presidente de la Federación de Comercio, José María Seijas, apunta que la concentración de locales sin alquilar se puede dar en distintos puntos de la ciudad. "Hay zonas en que se cierran y en cinco días se abren. Otras zonas dejan de ser comerciales. Hay épocas en las que un barrio que está de moda y es a donde va la gente y en otra época cambia y es otro. Son hábitos de consumo que cambian día a día", apunta, al tiempo que reconoce que "sí es preocupante que cierren locales".
Sobre los más recientes, el de Pull and Bear y el próximo de Amichi, reconoce que "afecta mucho, porque crean muchos empleos y dan vida al centro. Y Raíña, sin comercio, pierde la vida", pero también recuerda que cuando "cierran cuatro o cinco comercios tradicionales nadie se molesta y cierra uno de una gran cadena y la gente se vuelve loca".
José María Seijas: Cierran cuatro o cinco comercios tradicionales nadie se molesta y cierra uno de una gran cadena y la gente se vuelve loca
Ambos coinciden en que, ante la situación del comercio en el centro, conviene tomar medidas. En concreto, Seijas se refirió a la medida anunciada por la regidora de reunirse con el colectivo de comerciantes y con la Dirección Xeral de Comercio de la Xunta. "Leí que la alcaldesa está preocupada y quiere hablar con la Federación. Me encanta esta preocupación. Ojalá podamos sacar medidas entre todos para adelante".