La economía de Lugo demanda cientos de puestos de trabajo que no logra cubrir

Sectores: hostelería, transportes, ganadería, madera, alimentación y metal son los que tienen más dificultades ► Perfil: se trata de empleos de base pero en los que se exige cierto nivel de formación que no se ofrece en FP
Instalaciones de una empresa cárcnica. EP
photo_camera Instalaciones de una empresa cárcnica. EP

Lugo acabó el pasado mes de agosto con 14.409 personas inscritas en las listas del paro en busca de un empleo. En el otro lado de la balanza, empresarios de los sectores más relevantes de la economía provincial aseguran que llevan meses buscando empleados. No unos cuantos ni de manera circunstancial: en Lugo hay en estos momentos centenares de puestos trabajo que aseguran incorporación inmediata sin que nadie se interese por ellos.

El motivo es una suma de circunstancias, que van desde salarios poco apetecibles a la falta de formación, pasando por la ausencia de relevo generacional, las condiciones laborales y contractuales o unas ayudas públicas no del todo bien enfocadas.

Son empleos que no han conseguido mejorar su imagen social y que carecen de una formación profesional reglada 

La mayoría de estos puestos de trabajo sin cubrir corresponde a sectores muy específicos: hostelería, metal, madera, alimentación, transportes y ganadería. Además, comparten la característica de tratarse de lo que comúnmente se conoce como oficios: conductores, peones, ayudantes y trabajadores de base.

Se trata de oficios que en los convenios colectivos de la provincia rondan los 1.200 euros brutos al mes, aunque no en todos los casos: en unos sectores, el salario base supera por poco el salario mínimo interprofesional actual —establecido en 950 euros en 14 pagas—, mientras que en otros pueden superar los 1.500.

Estos últimos son, en todo caso, los menos, si bien en determinadas ocupaciones muy específicas las ofertas laborales en estos momentos pueden ser más generosas, dependiendo de la capacitación y la disponibilidad.

Duros, sin prestigio ni formación profesional


Pero, según los expertos consultados por este diario, no son solo los salarios lo que determina esta falta de mano de obra en el mercado.

Hay tres características comunes a todos los sectores que más mano de obra están demandando con menos éxito: se trata de oficios cuya imagen social sigue anclada en lo que eran hace dos o tres décadas y carecen de prestigio, muy físicos y con condiciones que dificultan la conciliación familiar y, por último, que carecen de una formación reglada, por mínima que sea.

Ana Teresa Fernández tiene una perspectiva bastante completa como responsable del servicio de Orientación Laboral de la Confederación de Empresarios de Lugo: "La falta de mano de obra en Lugo afecta a muchos sectores y en oficios en los que no ha habido sustitución generacional ni hay formación específica", explica Fernández, que añade que "también están cambiando los perfiles: en el comercio, por ejemplo, se piden menos dependientes y más gente especializada en comercio digital, seguridad informática, programación... El clásico comercial que sale a la calle sigue siendo demandado, también falta. El problema es que muchas veces les ofrecen solo un contrato mercantil, sin el respaldo que da un contrato laboral". En su opinión, "falta gente formada en oficios, en general, pero el mayor problema es en los sectores donde no hay una formación específica".

Al respecto, señala que tanto en la Formación Profesional (FP) como en los cursos que suelen ofrecer las diferentes administraciones, las enseñanzas más demandadas son las relacionadas con el sector sociosanitario o con tareas administrativas, a lo que hay que añadir que "durante la pandemia, los servicios de empleo aparcaron la formación".

Este problema, además, es doble: por un lado, las empresas ya no están dispuestas a contratar aprendices y formarlos y, por otro, muchos trabajadores necesitan empleo de inmediato, no pueden permitirse meses de preparación. "La FP dual es una alternativa muy buena", aconseja esta técnica de la CEL, "porque combina trabajo y formación".

Pero Ana Teresa Fernández también es consciente de que los empresarios no deben engañarse: "Deberían ofrecer mejores condiciones, porque hay mucha temporalidad sobre todo en la hostelería". Valga el dato de que el 90% de los contratos firmados en Lugo en agosto fue temporal. Tampoco se puede ignorar que "el salario es otro problema, porque, por ejemplo, no se paga ahora lo que se pagaba en la construcción, y por menos dinero, hay trabajadores que no quieren volver a la obra y prefieren cambiarse de sector. La conciliación familiar y el ocio ahora pesan mucho".

Los más buscados en las oficinas de empleo


Los datos confirman esta visión. Las estadísticas de la Consellería de Emprego de la Xunta reflejan que entre mayo y agosto se presentaron en sus oficinas de Lugo 860 ofertas laborales. En este momento, están en tramitación 387 dispuestas para ser cubiertas, entre las que destacan las relacionadas con el covid y el ámbito sociosanitario: asistentes domiciliarios, auxiliares de enfermería, cuidadores de dependientes...

Justo tras ellas empiezan a aparecer las demandas de trabajadores de los sectores antes aludidos: peones agrícolas, forestales y de la construcción (más de 25 empresas interesadas); conductores para transporte por carretera y urbano (con 24 empresas demandantes); conductores-operadores de maquinaría agrícola y forestal (15), camareros y cocineros (más de 30); albañiles, electricistas, fontaneros y otros trabajos del sector inmobiliario (cerca de 40), o mecánicos, ajustadores de maquinaria y otros puestos del metal.

En el pasado mes de agosto se hicieron en la provincia de Lugo 8.779 contratos. Como es normal por las fechas veraniegas, la gran tajada se la llevó el sector servicios, con 6.831. Pero justo detrás de los epígrafes relacionados con esa actividad aparecen peones de las industrias manufactureras (348), conductores de camión (229), peones del transporte de mercancías y descargadores y oficiales, operarios y artesanos sin clasificar.

Las ETT: más trabajos pero más exigencias


Esta situación no se refleja solo en las operadoras públicas de empleo, también se confirma en las operadoras privadas, como las empresas de trabajo temporal: "Tenemos más trabajo que antes, pero tenemos problemas para encontrar gente válida con los requisitos que nos piden los empresarios", resumen Belén Bazarra, de la firma lucense Randstad.

Su especialidad es la alimentación, el sector industrial que está experimentando un mayor crecimiento en Galicia junto con el de fabricación de productos metálicos. Bazarra afirma que las empresas de transformación láctea o cárnica o las de congelados "andan justas hasta de operarios. Se necesitan carretilleros, técnicos de mantenimiento, carniceros, técnicos de laboratorio...".

La responsable de Randstad argumenta que "ahora la mayoría de empresarios piden formación, una FP o unos mínimos. Antes un operario era diferente, ahora tiene que controlar una máquina o un ordenador. Y no es algo de ahora, nos está pasando desde abril, que no encontramos gente".

Belén Bazarra considera que el salario no debería ser un problema, "porque hay buenas condiciones de trabajo y una sueldo base de 1.200 euros, o de 8,96 brutos los que trabajan por horas", pero también reconoce que "trabajar por turnos nos es cómodo, y si tienes cargas familiares es complicado".

José Ferro, de la ETT Nortempo, sí incide más en este último aspecto, porque «la mayoría de los convenios de Lugo están muy poco por encima del SMI, salvo cárnicas, metal, construcción o lácteas. "Eso desincentiva la búsqueda activa de empleo, vienen el último mes que tienen paro. Las ayudas públicas muchas veces crean el efecto contrario".

Pone como ejemplo el sector del metal, su especialidad, en el que "hay carencia de operarios, mecánicos, peones, ayudantes, mantenimiento, diseño... gente con formación. Pero el convenio de A Coruña es tres o cuatro mil euros al año más que el de Lugo, por lo que a muchos casi les sale mejor ir a trabajar allí".

Los empresarios que recurren a Nortempo piden "sobre todo, ‘gente que tenga ganas de trabajar’, así literal". Pero, a la vez, "exigen más formación que antes, aunque tampoco una exageración, porque ahora las empresas no facilitan esa formación, que el trabajador pueda aprender mientras trabaja", reconoce Ferro.

Con todo, este experto en el mercado laboral considera que esta falta de mano obra en Lugo "es circunstancial, porque está pasando en todos los sectores y las tasas de desempleo son bajas".

"La media de edad es alta y no es un trabajo valorado por la sociedad"

José Fernández preside la patronal del transporte en Lugo, Tradime, y su sector es uno de los más afectados por la falta de mano de obra, aunque cree "que el problema no es solo nuestro, sino de todos los sectores que el trabajo requiere un esfuerzo. Es una profesión sacrificada, sobre todo en ruta nacional o internacional. Pero es que también faltan en el reparto local".

La escasez de conductores es un problema "no solo de España, sino a nivel mundial", aunque en el caso local viene agravado por otras circunstancias, en opinión de Fernández: "La media de edad es muy elevada. Los mayores son de la generación que se sacaba el carné en el mili, y ahora les toca jubilarse. Además, no está valorado por la sociedad, pese a que en esta etapa de pandemia quedó demostrado que somos esenciales".

Para rematar a un sector que, a mayores, se considera explotado por la empresas cargadoras, está la dificultad para formarse. Sacar el carné de camión, el C, más el curso de capacitación obligatorio (CAP) significa tiempo y alrededor de 2.000 euros. "Antes", recuerda el presidente de Tradime, "el Inem lo subvencionaba. Solo con sacar el carné no sabes conducir un camión de 40 toneladas, y no hay FP de transporte".

Está es una de las claves. Lo confirma la presidenta de la asociación de autoescuelas, Mónica Pérez, donde "todos los días se reciben peticiones para conductores de camión, de tráiler o de autobús. Las empresas recurren a nosotros por los cursos de formación porque hay poca gente con la formación precisa".

Por si fuera poco, en Lugo "hay un tapón en los exámenes, falta más personal en la Jefatura de Tráfico, que ha perdido 13 funcionarios desde 2009". Hoy hay más de 150 personas en la provincia esperando para ser examinadas. Un tapón que suma a las dificultades burocráticas para validar los carnés de conductores de otros países.

SALARIO
1.191 euros brutos al mes cobra un conductor según convenio. Si además reparte, son 1.219

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