Cazada una jabalina en zona vedada en una batida autorizada por la Xunta

Cayó en el tercer día de rastreos por terrenos del tecor de Adai-Pías-Bocamaos, donde los animales dañaron los cultivos

La cuadrilla que participó en la batida. A.C.
photo_camera La cuadrilla que participó en la batida. A.C.

LUGO. Una cuadrilla de 15 cazadores se cobró el sábado una jabalina , de unos 70 kilos, en la zona vedada del tecor Adai-Pías-Bocamaos, en el municipìo de Lugo, en una batida autorizada por la Consellería de Medio Ambiente.

A la tercera fue la vencida. Los cazadores tenían permiso para realizar batidas tres días. Pero en los dos primeros, el jueves pasado y el día 17, cuando consiguieron localizar a las presas, estas huyeron a otra zona en la que los cazadores no podían intervenir.

La cuadrilla peinó a lo largo de estas tres jornadas con perros de rastreo las 50 hectáreas que tiene de superficie el tecor. Ayer localizaron dos guaridas en las que se encontraban dos piaras de cerdos salvajes, una de seis ejemplares y otra de cuatro. Eran adultos, de unos cinco o seis años de edad y de 50 a 70 kilos de peso cada uno, aproximadamente.

Es la primera vez que este tecor obtiene una autorización de la Xunta para cazar jabalíes en zona vedada por la sobrepoblación de esta especie, en los alrededor de 15 años que lleva solicitándola.

La Xunta opta por jaulas para atrapar los jabalíes que se ven por la ciudad, algunos de los cuales se cobijan por debajo de la Ronda do Carme

Antes de realizar estas batidas, un agente forestal acompañó a los cazadores para comprobar si los daños producidos en los prados por la fauna salvaje justificaban el permiso.

La dirección del colegio Galén, que se encuentra en la zona de batida, mostró su preocupación al Concello por la presencia de los cazadores el pasado jueves, aunque en esa jornada estos, según aseguraron ayer, no portaban armas cuando realizaron los rastreos.

Los cazadores con escopetas tienen que estar a más de 100 metros de distancia de casas y a 50 de carreteras.

FONTE DOS RANCHOS. Esta cuadrilla cree que los jabalíes que se cobijan en la zona vedada del tecor de Adai-Pías-Bocamaos son los que merodean por Garabolos. Mientras que los cerdos salvajes que filmaron decenas de conductores paseando por la Ronda da Muralla o la Fonte dos Ranchos se resguardan en los matorrales que pueblan las fincas que hay entre Ronda do Carme y la Avenida Marqués de Ombreiro. Dicen que estos son más mayores -calculan que tienen más de seis años- y más pesados, en torno a 80 kilos.

La presencia en la ciudad de estas piaras ha motivado que Medio Ambiente opte por instalar jaulas para capturarlos. En Vitoria, en donde sufren el mismo problema, se han decantado por poner puestos de vigilancia nocturna para abatirlos con flechas.

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