El Caudal Fest llenó plazas hoteleras en 30 kilómetros alrededor de Lugo

La hostelería del centro tuvo mucha afluencia a mediodía, pero se resintió algo por la noche

Caudal Fest. SEBAS SENANDE
photo_camera Caudal Fest. SEBAS SENANDE

El lleno hotelero que provocó la primera edición del Caudal Fest no solo se vivió el fin de semana en la capital lucense, ya que según indican los hosteleros de la provincia, el cartel de completo también se colgó el sábado en los principales establecimientos en localidades y pueblos en 30 kilómetros alrededor de la ciudad.

De hecho, la llegada masiva de festivaleros afectó a muchas personas que realizaban tramos del Camiño Primitivo, el Francés o el Norte, según explica Jacobo García-Bobadilla, directivo de la asociación de hoteleros. "Llamamos a hoteles de Vilalba y Sarria para tratar de colocar a clientes nuestros y vimos que ya estaban completos, mientras que a otras personas que nos llamaron ya les advertimos que era mejor que no hiciesen el sábado tramos del Camino que finalizase en el entorno de Lugo", comenta este hotelero, quien señala que para la noche del viernes, en la que se inició el festival, no hubo pleno ocupación.

De todas formas, García-Bobadilla señaló que en esta época del año el nivel de ocupación de los hoteles de Lugo suele rondar el 70 u 80%, ya que acogen a peregrinos y turistas que eligen septiembre para recorrer la ruta jacobea o viajar. "Creo que el festival sí que ha servido para llenar tanto pensiones, hostales o pisos turísticos de la ciudad, como hoteles de las localidades del entorno", explicó.

Los locales de hostelería del centro también registraron mucho público durante el mediodía del sábado, aunque durante la noche algunos restaurantes se resintieron y sirvieron menos cenas, como asegura un empleado de un local del barrio de Recatelo. "Sí que tuvimos lleno en las habitaciones, pero la noche fue floja, seguramente porque la gente que iba al festival llevaría bocadillos", comenta.

Los locales de copas del centro también notaron a primera hora de la noche menos clientes que un sábado de septiembre, aunque una vez finalizó el festival muchos de los asistentes se dejaron caer por los pubs que estaban abiertos.

En los locales de hostelería de los barrios de la ciudad, con excepción de San Lázaro, tampoco se notó mucho la programación del festival.

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