Casi se despeña por conducir ebria y declara que bebió después de frenar

Se salió de la vía, logró parar justo al borde de un terraplén, quintuplicó la tasa de alcohol y dijo que bebió dos botellas de aguardiente tras detenerse. El juez califica su versión de "rocambolesca"
Un conductor se somete al control de alcoholemia. MIGUELRD68 (Pixabay)
photo_camera Un conductor se somete al control de alcoholemia. MIGUELRD68 (Pixabay)

Estuvo a punto de despeñarse por un terraplén al volante de su turismo, pero la buena suerte jugó ese día a su favor y la conductora logró frenar justo a tiempo para evitar la tragedia. Tras el susto, la mujer fue sometida a la prueba de alcoholemia y quintuplicó el límite legal, pero aseguró en el juicio que únicamente bebió —en concreto dos botellas de aguardiente— después de pisar el freno y detener el coche.

Su versión no resultó creíble para la jueza del Penal número 1 de Lugo, que la condenó como autora de un delito contra la seguridad vial por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ni tampoco para los magistrados de la Audiencia Provincial, que confirmaron la condena y calificaron como "rocambolesca" la versión de la acusada.

Los hechos se remontan al 20 de septiembre de 2015, cuando la mujer conducía un Toyota por una carretera lucense. En un momento del trayecto, la conductora perdió el control del coche, se salió de la vía y quedó parada justo al borde de un terraplén.

La Guardia Civil acudió al lugar y sometió a la acusada a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó un resultado de 1,23 miligramos por litro de aire espirado. Además, según recogieron los agentes en el atestado, la mujer presentaba otros síntomas de embriaguez, como "rostro congestionado, ojos velados y brillantes, habla pastosa y titubeante, olor a alcohol notorio a distancia y fuerte de cerca, falta de conexión lógica en las expresiones, movimiento con oscilaciones de la verticalidad del cuerpo, e incapacidad para mantenerse erguida". Además, los guardias señalaron que la mujer estaba "desorientada". Por estos hechos, la conductora fue juzgada en el Penal número 1 de Lugo y la magistrada le impuso una condena de 1.620 euros de multa, así como año y medio de privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores.

La Audiencia confirma la sentencia del Penal 1, que impuso a la conductora una multa de 1.620 euros y 18 meses de retirada de carné

Sin embargo, la acusada recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial de Lugo y explicó que no había ingerido ninguna cantidad de alcohol antes de salirse de la vía, sino que había bebido "dos botellas de aguardiente tostada" después de que su vehículo se detuviera, una versión que no resultó creíble.

De hecho, el tribunal recoge en su fallo que, después del accidente, la Guardia Civil le preguntó a la conductora si había bebido algo y la mujer respondió que no, pero no aclaró en ningún momento que había bebido alcohol tras el siniestro. Además, cuando fue citada en el juzgado de instrucción, se acogió a su derecho a no declarar. "Y por fin en el acto del juicio oral", concluye la sala, "la acusada optó por dar una versión de los hechos que no podemos calificar más que como rocambolesca, pues no existe aval alguno a esa pretensión de que la ingesta se produjera después de apartar el coche, que a punto estuvo de haber caído por el terraplén, otro síntoma de que se encontraba bebida antes y no después".

El tribunal recuerda también que las supuestas botellas de aguardiente "no quedaron ni en el coche ni en las inmediaciones", tal y como confirmaron los guardias, "y ninguna prueba hay ni de su adquisición ni de su preexistencia.

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